La magia del mundo comienza a girar, por tercer año consecutivo, por las siete grandes ciudades gallegas con 20 galas internacionales. Hablamos con los directores de Galicia Ilusiona y con algunas de las estrellas de esta edición: «Verán en acción al mejor manipulador de cartas y al mejor mimo del mundo»
04 oct 2024 . Actualizado a las 15:36 h.Comienza la magia. Ver para creer. Este viernes en el teatro Colón, de A Coruña, arranca la tercera edición del Festival Mundial de Ilusionismo, que no hará Galicia desaparecer, sino asombrar con un abanico de números al público familiar. El arte, y el truco, serán cosa de los ilusionistas, mimos y magos que girarán por las siete grandes ciudades gallegas hasta el 20 de octubre. ¡Pasen y vean! Jerome Murat, francés distinguido como el mejor mimo del mundo, conocido mundialmente por su acto de dos cabezas, será uno de los artistas de la presente edición. En ella, también se lucirá Kimoon Do, mago de 33 años que ha llevado su arte a los cinco continentes y que acaba de aterrizar, directo de Corea, en Galicia, ¡tras 18 horas de vuelo!, para mostrar su número más singular: el director mágico de orquesta. «Estoy muy feliz de visitar Galicia por primera vez. ¡La primera impresión es que llueve mucho! Estoy deseando ver la reacción del público gallego...», comparte a dos días de su actuación en la gala de Galicia Ilusiona en A Coruña.
«El que vais a ver los espectadores gallegos es un número cómico en el que me convierto en un director de orquesta que, a través de las notas que va dando, va haciendo magia. La música y la magia se mezclan de una manera cómica. Es un número cómico», avanza Kimoon Do. ¿En un mago es más importante la gracia que el truco? «Yo utilizo mucho la comedia, algo que los magos llamamos misdirection, que consiste en distraer al espectador con otra cosa. Uso la gracia para distraer la atención y poder hacer que resulte la magia», responde el artista, al que siguen 15.000 personas en Instagram.
No todo en la magia es truco, advierte Kimoon Do: «¡La magia es real! Es mi cosa favorita en el mundo, mi pasión, mi vida y mi mejor manera de llegar a los demás, mi modo de comunicarme con la gente».
Entre los mejores magos e ilusionistas del planeta que veremos en acción en Galicia esta temporada están también Néstor Hato, el mejor manipulador de cartas. Su show se promete explosivo y trepidante y ha dado la vuelta al mundo. Con el Premio Europeo de Magia en su especialidad, la magia cómica, bajo el brazo llegan Manolo Costa y Mindanguillo, que con su performance amenazan con convertir el escenario en un revoltijo genial.
Como maestro de ceremonias, no fallará el Mago Murphy, el encargado de dar paso a los números de los artistas mostrando al tiempo su magia más creativa.
Este tercer año de Galicia Ilusiona se presenta «con más ganas, con más trabajo y más impacto que nunca», señala Pedro Bugarín, referente de la magia en Galicia que dirige junto al también ilusionista gallego Dani Polo el festival que convierte la comunidad en capital de esta arte escénica.
Este año, el tour de las ilusiones ofrecerá 20 galas con números de magos de tres continentes. Asia, Europa y América volarán a Galicia este mes. «Todos los años estamos muy pendientes de los grandes concursos de magia a nivel mundial —cuenta Bugarín—. En función de quiénes vayan ganando esos concursos, contactamos». Este es el criterio.
El as en la manga del espectador
Para que la magia resulte, considera Kimoon Do, el mago ha de saber no solo jugar sus cartas (o los objetos que utilice), sino la psicología del espectador. «Los objetos permiten realizar el truco, pero igual de importante o más es el timming y la conexión con la gente. Cuando practico en el tapete, siempre intento tener al lado a algún amigo o familiar, para ver la reacción y hacer el número mejor», opina.
¿El público en Galicia reacciona de manera singular? «Es muy heterogéneo, pero sí notamos que en Galicia suele gustar mucho la magia exótica. Un mago que trajimos el primer año del festival y que la gente no olvida es el francés Arnaud, que hacía aparecer en sus números multitud de pájaros para acabar con unas cacatúas gigantes volando sobre la gente y llenando el escenario», comenta el compostelano Bugarín, quien añade que, en función del espectador, gusta más un tipo de magia o show. Entre los que causaron mayor sensación el año pasado se cuenta entre los tres mejores malabaristas del mundo, Paul Ponce.
Parece que la magia está de moda. «En otros países lleva años siendo así. En EE.?UU., por ejemplo, es el segundo o tercer hobby que más tiene la gente. Y en Europa el tirón va a más. Y, por suerte, aquí en Galicia, tierra de meigas, despuntamos en España por tener la magia reconocida como un arte escénico», dice Bugarín, que declara su debilidad por la «magia de cerca, de alto impacto, esa que hace aparecer y desaparecer objetos, que puedes hacerle a un amigo en un bar».
Pero la hipnosis y las grandes ilusiones también brillan en el festival. «Es muy raro que a alguien no le guste la magia, porque hay un abanico de especialidades».
En algunos de los principales auditorios y teatros de Galicia, también podemos ver este mes de octubre el singularísimo estilo del dúo Ramó and Alegría, que mezclan la magia cómica con las grandes ilusiones.
Del pasado día 3 al 6 de octubre estarán en A Coruña, Ourense y Pontevedra todos los magos e ilusionistas del cartel, salvo Ramó and Alegría. Y en las siguientes citas, todos salvo Costa y Mindanguillo.
La maga que vino del sur y el obra el Milagro de la emoción
«La piel de gallina» les va a dejar, aseguran los directores de Galicia Ilusiona, que ha cosechado en dos años 60.000 espectadores activando la programación cultural y turismo en la temporada otoñal, Lore Lavand, la única maga en solitario de esta edición. Ella prefiere llamarse ilusionista y tiene ya la magia en su aventura vital. Nació en Argentina, en una ciudad «pequeñita como Lugo», adonde vino a parar, y encender ilusiones, por amor. La hija del gran René Lavand se enamoró de otro ilusionista, el Mago Rafa, y dice que la chispa que les une es «pura magia» desde hace 16 años. A 12.000 kilómetros de su hogar, Lore Lavand, que empezó a dedicarse a la magia pasados los 40, les fascinará y les hará reflexionar con su Milagro verde, la historia de una finca, de un padre y una hija. «La de todas las cosas [no materiales] que mi padre me regaló sin darse cuenta», revela la ilusionista, que no se limita a sorprender, sino que toca una tecla íntima. La emoción es pura magia. «Ilusionismo —define— es regalar una ilusión de minutos que se recuerda pasado el tiempo. Ese momento ilusionado es lo que no se va a olvidar nunca». No busquen los hilos de las marionetas, sugiere, solo ¡disfrútenlos!
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