Cómo Hollywood maltrata a España: así nos ponen algunas de las sagas y películas más taquilleras

FUGAS

Esteban Vicente Boisseau rastrea en el libro «Hollywood contra España» estereotipos que perpetúan la leyenda negra hispana en el cine. Dos ejemplos de esta son «Piratas del Caribe» y «Pocahontas».
Esteban Vicente Boisseau rastrea en el libro «Hollywood contra España» estereotipos que perpetúan la leyenda negra hispana en el cine. Dos ejemplos de esta son «Piratas del Caribe» y «Pocahontas».

Esteban Vicente Boisseau rastrea en un libro las películas, series, cómics o videojuegos que perpetúan la leyenda negra

18 jun 2022 . Actualizado a las 19:09 h.

Películas, serie de televisión, documentales, cómics y videojuegos anglosajones, pero también franceses, alemanes o belgas, difunden los tópicos de la leyenda negra contra España, estereotipos negativos y una imagen folklórica trasnochada de nuestro país. Esteban Vicente Boisseau lo analiza en Hollywood contra España (Espasa). No se trata, señala el autor, de negar la existencia de errores y crímenes cometidos por España a lo largo de la historia, pero, comparándolos con actuaciones similares de otros países, han recibido un trato muy diferente, mucho más adverso. «En los medios audiovisuales de los países que fueron tradicionalmente hostiles a España se perpetúa la visión de la leyenda negra, al tiempo que ocultan lo suyo, se ensalza todo lo anglosajón y se denigra lo español», asegura el historiador a Fugas.

IMAGINARIO COLECTIVO

Ese enfoque antihispano, repleto de lugares comunes, está presente en sagas célebres como Piratas del Caribe, Indiana Jones, Harry Potter o Misión Imposible; famosas franquicias de videojuegos llevadas al cine, Tomb Raider, Assassin´s Creed y Uncharted; populares series televisivas, Los Simpson o Érase una vez... el hombre; o cómics como Tintín o Corto Maltés. Mensajes que se repiten todavía hoy y, lo que es más grave según el historiador, calan en una parte de la sociedad española. En el imaginario colectivo se ha instalado la idea de que «los vaqueros de los wéstern y los piratas ingleses son los buenos, y los españoles, los malos, sedientos de sangre y oro».

El autor pone el foco en el cine de piratas, a los que se presenta como héroes cuando eran «ladrones y asesinos». Lo explica porque «desde el siglo XVI, en el contexto de las guerras de religión, se desarrolla la idea de que los españoles eran culpables de atacar a los colonos protestantes y de matar indios, lo que no se reprocha a los anglosajones o franceses, y en base a esa culpa se justifican los ataques y el saqueo a los españoles para arrebatarles dominios y riquezas».

En Veinte mil leguas de viaje submarino, por ejemplo, se cuenta cómo el capitán Nemo lleva su submarino Nautilus a la bahía de Vigo, donde su tripulación desciende al fondo del mar para hacerse con las supuestas riquezas de una flota española hundida en 1702, que ya no estaban allí. Se traslada la idea de que «los españoles habían robado a los aztecas y, por tanto, era justo quitarles el tesoro».

Sobre Piratas del Caribe destaca el personaje del capitán Salazar, interpretado por Javier Bardem, que «está luchando por erradicar la piratería, pero resulta ser un villano». Esta saga «parte de la atracción de los parques temáticos Disney, donde se escenifica el saqueo por piratas ingleses de una ciudad de la América española». Boisseau considera las producciones Disney como «fábrica de leyenda negra, que sigue la tradición historiográfica angloamericana y británica». Mientras propaga mensajes antiespañoles, dulcifica la conquista del Oeste, «con personajes idealizados como John Smith en Pocahontas (1995), en la que se oculta que era un asesino de indios». Al contrario, en Jungle Cruise (2021), en la que actúa Dani Rovira, «se reproduce la imagen de los conquistadores arrasando un poblado indígena»; y en Uncharted (2022), hay dos protagonistas, «uno descendiente del pirata Francis Drake, interpretado por Tom Holland, y otro, el español Moncada, que es el Villano, al que da vida Antonio Banderas». Estos actores españoles y otros, como Penélope Cruz o como Óscar Jaenada, se prestan a participar en películas que transmiten esa visión antiespañola.

La conquista de América es la más propicia para atacar a España. El autor pone como ejemplos 1492: la conquista del paraíso (1992), en la que «los indígenas son rápidamente víctimas de malos tratos por parte de los españoles»; o La misión (1986), en el que «las autoridades españolas y portuguesas y el Papa son los villanos».

En series como Los Simpson, «como son mordaces, también critican errores de la historia angloamericana, pero siguen con esos tópicos de la España festiva, la tauromaquia o la época de Felipe II».