Más tabú que el sexo

Mercedes Corbillón FUGAS

FUGAS

El escritor inglés Julian Barnes, autor de «Niveles de vida».
El escritor inglés Julian Barnes, autor de «Niveles de vida». SANDRA ALONSO

07 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Te me moriste.

Busco el libro por todas partes y no aparece. Recuerdo cuando lo leí, recuerdo mi corazón detenido en una estación de tren, el cielo plomizo de todos los andenes, los pájaros dibujados en las vallas. Recuerdo el estampado de la portada y aquel dolor que no era mío. Estará perdido en algún bolso, con un billete de metro de alguna ciudad a la que no volveré, con monedas diminutas de otros países, con pañuelos que secaron mocos y lágrimas, con un boli sin tinta.

Dice Peixoto que la muerte y el dolor son más tabúes que el sexo o la pornografía. Vivimos de espaldas al duelo, a la tristeza. Él despidió a su padre en ese libro bellísimo, hace muchos años. Era joven y en su casa, a la que volvía, todo eran huellas del que ya no estaba.

No sé si los libros de duelo se escriben para el que ya no está o se escriben para el que es uno, para el que se queda con la ausencia en las manos y no sabe qué hacer con ella.

En Niveles de vida, un libro que abro de vez en cuando en cualquier página, que regalo a veces a personas que quiero, que me da vueltas en la cabeza como un ventilador en una habitación vacía, Julian Barnes asegura que en la vida pronto se separan los que han conocido el sexo de los que no, los que han probado el amor de los que no, y finalmente, la vida distingue a los que han conocido la aflicción y los que no.

Yo pertenezco a los segundos, pero está la literatura. Barnes cita a E.M. Foster y yo cito a ambos, y sé que una muerte se explica a sí misma, pero no explica a otra. Por mucho que lea, solo es aproximación, atisbo, un asomarse en un cuarto donde aún no has llegado.

En Highgate está la tumba de Pat Kavanagh. Me tropecé con ella, leí la placa, mucho después de aquel paseo entre lápidas torcidas leí y supe quién era esa mujer para alguien. Cuando murió, Barnes pensó en suicidarse. «¿Quién ha caído desde más altura, quién ha desparramado más órganos por el suelo?».

Gabriela Consuegra dice que «la felicidad es una apuesta inverosímil, pero la belleza está ahí, en mi perro corriendo en un campo de flores».

Corramos tras ella.