¿Qué rótulos nos harán partir de risa en esta Nochevieja?

FUGAS

El Fin de Año alternativo en televisión lo ofrece desde hace varios «Cachitos de hierro y cromo». El que recibirá 2021 ya está listo

28 dic 2020 . Actualizado a las 18:31 h.

Ocurrió hace dos años. En la emisión del especial de Nochevieja de Cachitos de hierro y cromo, que todos los años se emite en La 2 tras las campanadas, apareció algo que ningún espectador se saltó. Bertín Osborne interpretaba el clásico My Way, de Frank Sinatra. Jugando con el sobrenombre que recibía el americano (La Voz) y la filiación con la derecha que se le atribuye al cantante madrileño, en el rótulo que acompañaba la pieza se pudo leer: «La Vox». Sin más. No hizo falta añadir nada. La audiencia no pudo contener la risa. Muchos fotografiaron el televisor. Colgaron la gracia en las redes sociales. Esta se viralizó, el programa se convirtió en trending topic en Twitter y mucha gente empezó el 2019 comentando el chiste. Ese y los otros. Pero, sobre todo, ese.

«Aquello fue un punto de inflexión total», reconoce Arantxa Soroa, la directora del programa. «Nos empezaron a llegar memes. Que te conviertas en meme ya quiere decir algo», dice. Pablo González, uno de los guionistas, lo recuerda: «Salió solo. Nos metieron el vídeo de Osborne con esa canción, lo vimos y no hizo falta añadir nada más. Hay chistes que te llevan mucho tiempo, pero ese salió directamente». Aquel día, ese Cachitos que siempre funcionó como una especie de reducto indie saltó al mainstream: «Bueno, puede ser mainstream, pero como Radiohead o Wilco», matiza. «Cachitos siempre es un refugio en Nochevieja para una gente a la que le gusta una tele que ya no se estila hoy en día», sostiene.

Antonio Vicente es el otro cerebro que se encarga de rotular los cientos de vídeos que componen el programa. Esta semana terminaban el trabajo que se podrá ver la madrugada del 1 de enero. Guionista también del Cachitos de hierro y cromo convencional (el que se emite entre semana desde el 2013), lo concibe de un modo muy diferente: «El normal es más de melómano y hace más guiños para fans de la música. El de Nochevieja es otra cosa. Un fiesta-resumen del año que habla de política y sociedad. Este año, por ejemplo, habrá mucho sobre la pandemia», avanza. Incluso habrá algún artista con mascarilla. «Hemos encontrado un vídeo así. Es de los años ochenta, no puedo decir más», apunta la directora.

No faltará a la cita del 2021 Bertín Osborne. Tampoco, Franco Battiato, otro clásico cuyos rótulos ya hacen referencia a los de años anteriores. ¿Qué alusión al Franco español tendrá este año el italiano? «Eso pasa en contadas ocasiones, pero explicándolo un poco. No lo damos por sabido», precisa Arantxa. Los rotulistas no eligen lo que sale: «Nos llega montado. Nuestro trabajo es poner los rótulos y la obsesión es no repetirnos», apunta Batista. Define el programa como una «una catarsis de humor en la que se expira todo». Por ello, señala, es tan importante la complicidad: «El rótulo funciona cuando corrobora lo que estás pensando. O bien, cuando surge como algo sorprendente».

Los dos aseguran que actúan con mesura. «Nunca nos han dado el toque de atención. Al contrario, la idea de la dirección es que seamos afilados», dice Vicente. «Nuestra guía no es jugar a traspasar los límites, sino ser ecuánime, equilibrado y elegante», corrobora Batista. «El año pasado, el tema eran los límites del humor. Menos mal que eso ha pasado ya, porque en tantos comentarios y tantos chistes siempre corres el riesgo de meter la pata y nunca estás del todo seguro. Cuando pasa todo y ves que no hay polémica respiras aliviado».

Un archivo inagotable

No hay opción a repetir algunas imágenes memorables. «Julio Iglesias susurrando a las palomas o a Grace Jones bailando para Villarejo ya no puedes repetirlo. Pero siempre hay donde buscar», dice Vicente. Confía que este año aumente la audiencia «debido a las circunstancias». Su compañero recuerda que, mientras antes Cachitos era una opción para los que se quedaban en casa, ahora esa parte de la población serán todos. «Y ahí, quien no quiera ver a la Pedroche, a Raphael o lo que sea, pues nos tiene a nosotros», oferta Pablo. «Es lo que nos dice todo el mundo, que al estar todos en casa subiremos. Ya veremos», concluye la directora.