McEwan nos conduce por este laberinto con una prosa muy cuidada y un ritmo ligero que te lleva a devorar el libro en un par de días. Este pasado tan futurista nos encandila con sus innovaciones, como los coches autónomos; pero además nos revela los celos y las pasiones más humanas. Como ves, esto no tiene nada que ver con la ciencia ficción. Más bien es un enredo de relaciones personales complejas y crisis de conciencia que nos anima a explorar nociones tan antiguas como la carga de la culpa o el valor de la justicia y la ley. Conceptos que McEwan aborda con destreza y amenidad como ya lo hizo en La Ley del Menor o Cáscara de Nuez. Con Máquinas como yo vuelve a triunfar.
«Máquinas como yo»
Ian McEwan
EDITORIAL Anagrama
PÁGINAS 360 PRECIO 20.9