Las apuestas de ficción de las dos principales cadenas privadas nacionales se graban este verano en la ría de Arousa. Dos series muy diferentes con un mismo telón de fondo: el narcotráfico gallego. Queda por ver si el asalto terminará en éxito y el público se enganchará a estas historias del oeste. Sus responsables nos cuentan cómo serán
21 feb 2018 . Actualizado a las 22:50 h.Hay acontecimientos que necesitan un tiempo de reposo. Dejar que los años apliquen su efecto reparador o, al menos, permitan comprender con mayor perspectiva. Eso cree el responsable de Alea Media, la productora que graba estos días Vivir sin permiso, una de las apuestas de Telecinco para el 2018 e idea original de Manolo Rivas.
«Las historias que tuvieron un impacto social tan grande necesitan una distancia», apunta Aitor Gabilondo (1974, San Sebastián). El productor ejecutivo, que también adaptará para la televisión el fenómeno editorial de Fernando Aramburu, Patria, ha recurrido al tándem formado por José Coronado y Álex González para protagonizar una serie sobre lo que define como posnarcotráfico.
Coronado será Nemo Bandeira. Un antiguo capo al que le sobreviene el alzhéimer justo cuando está a punto de reconvertirse en un empresario de orden. El único parecido que el productor ansía con El Príncipe es el de sus resultados de audiencia: «Ojalá tengamos el mismo éxito». La comarca imaginaria de Oeste, título inicial, está ubicada en las Rías Baixas. «No podría suceder en otro sitio», dice Gabilondo, que también insiste: «No habla de ningún personaje concreto».
DESCONCIERTO
Mediaset arriesga con una aventura ficticia mientras Atresmedia pone la carne en el asador con una serie que «tiene algo de documental», admite Ramón Campos (1975, Noia), productor de Fariña. Con Bambú, productora gallega responsable de series como Velvet, lleva a la pequeña pantalla a Sito Miñanco, Laureano Oubiña, Manuel Charlín y compañía. «El público va a quedar desconcertado -adelanta Campos-, la mayoría no es consciente de lo que sucedió en Galicia durante tantos años. Por aquí entró el 80% de la cocaína que en los 80 y 90 circuló por Europa».
Campos admite que existe una carrera entre las dos cadenas por ver quién llega antes que los ha llevado a situaciones insólitas: ambas grabaciones casi coincidieran en una playa de la Illa de Arousa. «La geografía gallega es un personaje más», apunta el productor. Una competencia que puede llevar a una contraprogramación a comienzos del 2018 pero que, aún así, considera positiva para el audiovisual en Galicia. «El equipo técnico, el director, Carlos Sedes, y la mayoría de los actores son gallegos. En Fariña se hablará castrapo. Queremos que sea creíble», comenta Campos, que también insiste en que se trata de «una pintura, no una foto de la realidad».
OPERACIÓN NÉCORA
El fenómeno internacional que vive el género (Netflix ha anunciado tercera temporada de Narcos) ha colocado a Galicia en el foco. «Un asunto pendiente que pedía a gritos ser contado en un formato diferente. Sacarlo de las páginas de sucesos», opina el periodista Nacho Carretero (A Coruña, 1981), autor del libro en el que se basa la serie. Supervisa los guiones de los diez capítulos que se están grabando. Van de los años ochenta al inicio de la operación Nécora. «Latinoamérica, Estados Unidos o Italia explotan culturalmente sus fenómenos criminales sin complejos. Creo que es mejor encarar nuestras miserias», apunta el escritor. Ramón Campos sabe que es un tema delicado, el negocio del narcotráfico que segó a los jóvenes de la generación perdida está lejos de acabarse. «No vamos a hacer héroes. Pero tampoco queremos demonizar desde el minuto uno. Queremos contar el proceso que vivieron unas personas de aldea que pasaron de jugar al dominó y lucrarse con el contrabando del marisco y el tabaco a la droga. Fue una cuestión de ambición económica. Esto no fue Sicilia, ¡por suerte!, aunque también hubo violencia cuando Miñanco conoció a los colombianos en la cárcel y comenzó a hacer tratos con ellos», explica Campos.
«Casi todos pasaron la mayor parte de su vida en la cárcel. No hay nada de romántico o bello en eso», añade el autor del libro. Por su parte, Aitor Gabilondo incide en una idea clave: «No pretendemos blanquear la imagen de nadie. Nos interesa el arquetipo de hombre hecho a sí mismo, pero Vivir sin permiso se centra más en la vejez, la pérdida de memoria y las disputas familiares».
Si la cosa va bien, ninguno descarta una segunda temporada. Eso sí. Quien va a desconectar por el momento es Carretero: «Estoy a otras cosas, no creo que me implique en un Fariña II». Tristemente, reconoce, material hay de sobra.
COINCIDENCIAS
AROUSA ES EL PLATÓ
Las dos series comparten escenario natural, las comarcas que baña la ría. Sus cámaras llegaron en primavera y no se irán hasta bien entrado el otoño. El estreno de «Fariña» (arriba, con los gallegos Javier Rey, Monti Castiñeiras, Carlos Blanco y Antonio Durán Morris entre otros) está previsto para comienzos del 2018 en Antena 3. También el de «Vivir sin permiso» (abajo) en Telecinco.