Loulogio, Isaac Sánchez, no la inventó, pero un vídeo suyo consiguió que todos la conociéramos
03 feb 2017 . Actualizado a las 05:45 h.Todo aquel que desconozca la batamanta, una extraña prenda a la venta en la teletienda y con el domingo como día ideal para su estreno, es probable que haya pasado los últimos seis años en una cueva, o al menos, sin Internet. Loulogio, Isaac Sánchez, no la inventó, ni la cosió, ni trabajaba para la empresa del albornoz más famoso del mundo; pero un vídeo suyo consiguió que todos la conociéramos, y de paso, que nos riéramos mientras lo hacíamos. Más de ocho millones de reproducciones después, el humor de Lou sigue invadiendo monitores, pero también sabe posarse sobre las tablas, las reales, las ubicadas frente a un patio de butacas.
El de Badalona dice que podría explicar cómo ser un youtuber de éxito en tres minutos, sus 700.000 seguidores lo alaban. Saltó a la fama por sus vídeos, pero el humor era algo que ya practicaba a través de sus monólogos, por lo que el salto desde la habitación al teatro quizás no haya sido tan rebuscado como el de otros youtubers que han visto un filón en las actuaciones en directo (Wismichu o AuronPlay, por ejemplo) En varias ocasiones ha señalado que iba para profesor de dibujo (su otra gran pasión, y que a menudo sale a relucir en su canal, con críticas y recomendaciones de cómics), y que cuando pase de moda lo de los vídeos retomará ese camino sin mayor problema. Hace un par de años, Lou confesó como, minutos antes de una actuación, el acomodador se le acercó para preguntarle si él era el artista. Tras confirmar su cargo positivamente, el trabajador del teatro le explicó que se había presentado gente con túnica, vestidos como una secta, y le preguntaba si debía dejarlos pasar. Y entraron, como no. Una estampa habitual que aún hoy se repite entre las butacas. Ojo, porque el atuendo puede ser motivo para acabar en el escenario bailando. El respetable queda avisado del riesgo implícito que supone acudir con la batamanta a ver a Lou. En A Contrapelo, su nuevo show, el cómico asegura que la risa aparecerá sí o sí. Un nombre que define un poco la vida que habitualmente lleva el ciudadano del siglo XXI. A veces suave, a veces tirando, a veces triste o a veces alegre pero… al final, siempre es un poco a contrapelo. La de Loulogio así lo parece. Y no solo por su barba.