«Es difícil explicar a qué me dedico»

FUGAS

Portada para el elepé «All Day Dreamers» de Daniel Watters, 2006
Portada para el elepé «All Day Dreamers» de Daniel Watters, 2006

Primero fue la música. Después, el arte. El creador coruñés sitúa en su pasión infantil por las portadas de discos el germen de lo que más tarde convertiría en trabajo. «Nunca supe que aquello podía ser una profesión hasta mucho tiempo después», explica 

15 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Manuel Lariño (A Coruña, 1978) se formó en el Ringling College of Art & Design de Florida, en Estados Unidos, y ha publicado en libros, revistas y exposiciones de todo el mundo. Web: www.mlarino.com. Twitter: @ManuelLarino

-¿Qué es lo que menos te gusta de ser ilustrador?

-Lo difícil que es explicarle a alguien a qué me dedico.

-¿Sufres o gozas al trabajar?

-Gozo más que sufro, pero si no sufriera creo que no mejoraría.

-¿Qué sientes cuando estás dibujando?

-Pues no siento nada. Me concentro y me olvido de todo lo demás.

-¿Si tuvieras que definir tu trabajo con una palabra?

-Raro.

-¿Definición de ilustración?

-Arte con un fin comercial.

-¿Un recuerdo de tu niñez?

-Cuando mi abuelo me llevó al Museo de Historia Natural de Nueva York. Seguro que algún día llevaré a mi hija.

-¿Tu ilustrador favorito de la historia?

-Howard Pyle, N. C. Wyeth...

-¿Un ilustrador emergente al que seguirle la pista?

-Lisk Feng.

-¿Cuál fue la causa de que te dedicaras a la ilustración?

-La música. La reacción natural hubiera sido aprender a tocar un instrumento, pero cuando era pequeño me encantaban las portadas de los discos. Nunca supe que eso podía ser una profesión hasta mucho tiempo después.

-¿Una canción que te inspire?

-Heart is a drum, de Beck.

-¿Tienes alguna manía al trabajar?

-Estar solo.

-¿Qué encargo te gustaría recibir?

-Uno en el que me den libertad.