La superioridad en el rebote de ataque fue clave en la hazaña del equipo lucense
26 may 2023 . Actualizado a las 18:54 h.El Río Breogán vivió una dulce despedida en Valencia. La victoria sobre un rival con un presupuesto seis veces mayor lo aúpo a la décima plaza de la clasificación y le concede serias opciones de participar la próxima temporada en la Basketball Champions League (BCL).
Su primer cuarto fue de mérito. Compensó su bajo porcentaje de acierto en los triples (2 de 7), con un absoluto dominio del rebote ofensivo (6) y, sorprendentemente, una certera puntería en los tiros libres (6/6). Le costaba anotar, eso sí, al igual que el Valencia, que también abusó de los lanzamientos desde más allá de la línea de 6,75, y con idéntico resultado (2 de 8), y que se agarró a Dubljevic para lograr el primer parcial serio (7-0) que empujó a Mrsic a parar el encuentro por primera vez. Entró en acción Sergi Quintela y el marcador volvió a estrecharse. El escolta lucense está de dulce y convirtió seis puntos en el tramo final de la primera manga que dejaba el marcador en 20-18 .
Las dudas de la afición taronja seguían en el descanso, ya que el Breogán no solo contuvo con actitud y garra los repetidos intentos de demarraje del Valencia, sino que además intensificó su superioridad en el rebote ofensivo. Seguía negado en los triples (1/6), pero mejoró sus prestaciones en el poste bajo y eso le permitió alcanzar el intermedio por delante en el electrónico: 34-36.
Los celestes volverían al parqué apagados, sin la chispa de los dos actos anteriores, y en dos minutos sufrieron un parcial de 7-0. Mrsic no esperó más. Reprimenda al equipo, que espabiló, recuperó el terreno el perdido y volvió a tomar la iniciativa en el marcador con un triple del reaparecido Toni Nakic (45-46). Aunque en el Palau Blaugrana ganaba con relativa comodidad el Barcelona al UCAM Murcia, el único que podía arrebatar la octava plaza al Valencia, el público de la Fonteta no disfrutaba y lo expresó con pitos. A diez minutos del final, las espadas estaban por todo lo alto y las sensaciones eran mejores en el bando lucense (53-56).
El tiempo pasaba, la emoción crecía y nadie se arrugaba. Happ dominaba en la pintura y en el perímetro se libraba una igualada batalla. Un triple de Hollatz parecía sentenciar el partido, pero el Valencia dispuso de una última posesión de nueve segundos para empatar el partido que no aprovechó.
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