Reaparece en una fase final de Copa 32 años después y se cita en cuartos con un Real Madrid que ha jugado las ocho últimas finales
18 feb 2022 . Actualizado a las 01:01 h.El rey contra el aspirante más humilde. La experiencia y el talento del Real Madrid contra la ilusión y la garra del Río Breogán (21.30 horas. Palacio de los Deportes de Granada). Todas las encuestas y pronósticos neutrales señalan a la segunda eliminatoria de la Copa del Rey como la más desigual, la que presenta mayor diferencia de nivel entre los protagonistas. Pese a no andar muy fino últimamente, el conjunto madridista conserva el liderato de la Liga Endesa y de la Euroliga y comparece en Granada con la obligación de levantar el título. Cualquier otro resultado sería un fracaso. Su prestigio no le concede margen de error, y mucho menos le perdonaría una muerte prematura a manos del conjunto con el presupuesto más bajo de la ACB y que llevaba 32 años sin pisar la fase final del torneo.
Para el Río Breogán, estar en el cartel de la competición más motivadora de la ACB ya es un éxito. «Un premio», en opinión de Sergi Quintela, uno de los capitanes celestes, a una primera vuelta de ensueño en la que, además de cazar el billete a Granada, dejó perfectamente encauzada su permanencia en la categoría a la que tanto le costó volver. Veljko Mrsic y sus muchachos asumen el papel de víctimas que le otorgan prácticamente todos los condicionantes que envuelven el duelo, pero viajaron a la ciudad de La Alhambra con las mochilas llenas de esperanza y ganas de exprimir ese pequeño porcentaje de éxito que le dan las quinielas. «No vamos de vacaciones. Le pondremos toda nuestra energía e ilusión y ya se verá qué pasa», señaló el menor de los Quintela en una entrevista a La Voz.
Dudas madridistas
En el Real Madrid causará baja con total seguridad Carlos Alocén, lesionado de gravedad, y Deck, Taylor y Rudy arrastran serias molestias y su concurso en está en el aire. «Vamos a esperar, pero si preguntas a los tres te dicen que jugarían, pero tengo otros problemas como Abalde con una sobrecarga en la espalda, a Hanga con el isquio, Llull... Espero que estén disponibles, pero no voy a correr riesgos porque quieran jugar, tengo que pensar lo mejor para el equipo y para su estado», comentó al respecto Pablo Laso, el técnico madridista. De todos modos, dejó claro que solo piensa el Breo. «Sería absurdo proteger a un jugador pensando en el partido siguiente. Mañana es una final», dijo.
El equipo lucense no pudo entrenar en el escenario del encuentro
El Río Breogán llegó a Granada a media tarde del miércoles después de algo más de ocho horas de viaje. La expedición breoganista salió de Lugo a las 11 de la mañana, viajó en avión desde A Coruña hasta Madrid y en la capital de España tomó otro vuelo rumbo a Málaga, desde donde se desplazó a la capital granadina en autobús. A su llegada tenía programado un entrenamiento en el Palacio de los Deportes de Granada, pero en el último momento le cambiaron el escenario debido a unos trabajos de acondicionamiento que estaban realizando en la instalación.
El conjunto lucense viajó con la totalidad de la plantilla en condiciones óptimas para disputar esta noche el encuentro de cuartos de final ante el Real Madrid. Con respecto a las últimas convocatorias solo faltará Álex Urtasun, que acaba de desvincularse del club para comprometerse con el Movistar Estudiantes, donde coincidirá con el también exbreoganista Kevin Larsen.
El Real Madrid está por ver si Deck, Taylor y Rudy Fernández podrán vestirse de corto ante el Breo por los problemas físicos que padecen, si bien Pablo Laso tiene fondo de armario suficiente para que las ausencias no se dejen notar.
El duelo del Pazo
En la anterior ocasión en que se vieron las caras el Río Breogán y el Real Madrid fue en la quinta jornada de la Liga Endesa, el 17 de octubre del 2021, y el conjunto blanco se llevó la victoria del Pazo con mucho sufrimiento: 71-79. Bell-Haynes (17 puntos) había sido el máximo anotador del cuadro lucense, mientras que en el conjunto blanco destacaran Yabusele y Rudy Fernández y Llull por sus triples.