«Somos amigos que tocan; si no, ya estaríamos disueltos»

carmen garcía de burgos PONTEVEDRA / LA VOZ

FIRMAS

JOEL MARTINEZ

13 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

The Black Stones (Toño Carbajo, guitarra y voz; Tino Domínguez, guitarra, percusión y voz; Santi López, guitarra y voz; Armando Guerra, voz, bajo; Jaime Carbajo, guitarra solista y voz; y

Fredy Nistal, batería y voz) regresan a su ciudad de origen por la puerta grande. Llegan justo después de la Batalla de Flores, a las 21 horas, para llenar la plaza de A Ferrería. Lo harán armados con temas de las últimas cinco décadas. Son las que tiene la banda de vida, y no importa que pasaran cuatro de ellas separados porque, en realidad, sus vidas son «una tapadera» de lo que realmente hacen: juntarse con los amigos para hacer música.

-Cincuenta años juntos son muchos años...

-Somos unos amigos que tocamos la guitarra, y no al revés porque, si no, seguramente ya estaríamos deshechos hace mucho más tiempo. Siempre mantuvimos la relación, estuvimos siempre en contacto, nos veíamos frecuentemente, los miércoles. Hacíamos una comida, después tocábamos un poquito la guitarra y así surgió, hace unos 6 ó 7 años, lo que podríamos decir que fue un reencuentro, aunque sin dos de los miembros originales.

-¿Quién elige las versiones?

-Entre todos, los gustos que tenemos son comunes, somos gente que vivió la música de finales de los 60 y los 70, y tenemos una cultura musical de esas dos décadas. Entonces los grupos eran muy vocales y con melodías, en algún caso, muy particular. Nosotros todas las canciones las cantamos a tres voces, con excepción de las que llevan coros, que hacemos a cinco voces. Es lo que se llevaba entonces, música muy vocal, el rock and roll, blues, rythm and blues...

-¿Tienen algo especial reservado para el concierto de esta noche?

- No sé si habrá alguna sorpresa, pero en principio va a ser un concierto en el que lo vamos a dar todo, porque ya era hora de tocar en Pontevedra. Tocamos en varias salas, y en el Teucro, pero realmente lo que nos apetecía era tocar en la Herrería, que es la plaza de Pontevedra por excelencia.

-¿Qué se va a encontrar la gente que vaya al concierto?

-Lo que vamos a tocar en este concierto va a ser, fundamentalmente, una especie de tributo a los Beatles, mezclado con una especie de historia de la música pop de esas dos décadas: Cross, Still y Nash, bee gees, de Badfinger, Credence Clearwater Revival, y también de Marmalade, de los Rolling Stones pero en versión Scorpions...

-¿Alguna vez se plantearon mandar todo a paseo para dedicarse a la música?

-No, porque no se puede vivir de la música, y menos unos aficionados. Lo que nos mantiene ahí, en este rollo, que a veces nos cuesta dinero, es la música y la afición que tenemos. Nos hubiera gustado vivir de la música; a todos los que nos dedicamos a esto, creo, pero hay mucha competencia, y nosotros ya somos muy talluditos y no tenemos imagen, que es lo que se está llevando ahora: mucha imagen y poca calidad.

-¿Cómo que no tienen imagen?

-Pero si estamos gordos, y calvos ya! (risas)

-¿Y los Scorpions y los Rolling Stones?

-Pero esos son Scorpions, no los Black Stones.

-¿Tienen alguna versión que les guste más que la original?

-Nosotros solemos ser bastante fieles a las canciones originales, pero también nos permitimos el lujo de hacer algunas variándolas un poco, que también nos da juego, y que quedan, a nuestro gusto, muy bien. El repertorio es muy variado, pasa de tesituras muy altas a otras más bajas. Creo que está mal que lo diga yo, pero somos bastante versátiles, y es bastante complicado. A veces nos dicen que estamos pirados, porque son canciones muy complicadas incluso para gente con estudios musicales, que nosotros no tenemos. Dicen que le echamos mucho valor, pero es la música que mamamos.

tino domínguez miembro de black stones