La plantilla del Pontevedra regresará hoy al trabajo tras descansar ayer con la vista puesta en un partido de vuelta en el que tendrán que defender un cómodo resultado de 3 a 0.
La ventaja, muy favorable para los intereses de los granates, les permitirá contar con un cierto margen en el campo del Atlético Granadilla, en el que se augura un ambiente hostil. No en vano, en la eliminatoria anterior ante el Mallorca B, la afición del equipo canario llenó el estadio Francisco Suárez de pancartas con mensajes como «Bienvenidos al infierno» para intimidar a su rival, aunque a la vista del resultado final, un 1-1 que hizo bueno el 3 a 0 de los baleares en la ida, parece que esta medida no surtió efecto.
Pendientes del horario
Por ello, se espera que la afición canaria apriete, si cabe, un poco más en esta ocasión alimentada por las discrepancias que surgieron a raíz del horario del encuentro de Pasarón. En principio, el partido de vuelta está fijado para el sábado a las 16 horas, aunque ayer el Pontevedra aún no había recibido confirmación oficial de dicho horario por parte de la federación.