José Luis López de Guereñu (Vigo, 1951) dejó de ser militante de la agrupación socialista de Pontevedra en 1995. Dice que lo hizo «de forma silenciosa», dejando de asistir a las asambleas, y que no se arrepiente de aquella decisión a pesar de haber sido el primer secretario general del partido en la ciudad. Cerca de la jubilación, este curso da clase en la escuela pública de adultos (EPA) Río Lérez de Pontevedra, donde forma parte del departamento de Geografía e Historia.
-Como fundador del PSOE en la ciudad en 1976, ¿cómo ve la agrupación hoy?
-Aquellos eran otros tiempos. Constituí la agrupación en la primavera de 1976 con el aval de Pablo Castellano y Manuel Espárrago. La política se sentía y la militancia era activa, comprometida y poco interesada. La verdad es que ahora no sigo la política local, sí la nacional y la internacional, y sigo leyendo y opinando.
-Fue el primer secretario general del partido. ¿Por qué dejó la militancia?
-En 1995 me di de baja como militante. Dejé de asistir a las asambleas y lo dejé de forma silenciosa. ¿Los motivos? Digamos que fueron varios, pero los 90 fueron muy malos para el PSOE. Fueron los años de la corrupción, de los Roldán y demás y aquello saturó a mucha gente. Digamos que me fui por una conjunción de factores. Más que contribuir a algo, parecía que molestaba y no tenía la ilusión de veinte años antes.
-¿Le han ofrecido volver? ¿Y qué haría si se lo propusieran ahora que el partido está sin ejecutiva?
-Aisladamente algún militante me tiene dicho algo y algún secretario de Educación me tiene pedido consejo para alguna cosa. Pero yo a la sede del PSOE no voy. El último acto mío en el partido fue uno de Borrel cuando le disputó las primarias a Almunia. Tengo claro que no voy a militar nunca más en ningún partido político. Sí hay actividad política en mi círculo de amistades y eso no lo voy a dejar.
-¿Cómo ve al partido en España y en Galicia?
-Pues a todos los niveles está en horas bajas, pero también lo está toda la socialdemocracia europea. Lo diría de una forma muy gráfica. Los gobiernos del PSOE solo sirven para poner freno a los desmanes de la derecha, pero nada más. No tengo esperanzas de que vayan más allá de esto. Dependiendo del tipo de elecciones, voto en blanco o al PSOE, pero lo hago, como otros, para evitar a la derecha.
-El PSOE está en su suelo electoral en Pontevedra con tres concejales. ¿Cree que aún hay margen para caer?
-No creo que pueda bajar más, salvo un cataclismo. Tengo que decir, aunque esté mal que yo lo diga, que me honra haber estado en el techo del PSOE en Pontevedra cuando fui candidato a la alcaldía en 1983 y conseguimos ocho concejales. Entonces éramos la única representación de la izquierda en el Ayuntamiento.
-¿El partido necesita un buen secretario para remontar?
-Desconozco cómo está el partido internamente. Hay personas que han perjudicado gravemente al PSOE en la ciudad. Algunos ya no pintan nada y otros todavía están ahí. Diría que hay tres personas, y no doy nombres, que han antepuesto sus intereses a los generales.
-¿Se atreve a sugerir algún nombre para la secretaría local?
-No porque no conozco la agrupación hoy y para mí carece de interés. Creo que no debería ser un recién llegado, pero sí una persona joven con una mínima trayectoria y experiencia política.