«Eu loito, non me resigno»

xosé manuel cambeiro SANTIAGO / LA VOZ

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Alexxander

Su restaurante de A Rocha ha albergado mil bodas hasta el momento

07 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

José Balboa, un tipo amable y bonachón, no tiene parada. Era un hombre activo y las circunstancias le ha hecho hiperactivo. Este lucense que recorrió media Europa y mucha Galicia llegó a Compostela con «moita confianza» en sí mismo para abrir un gran restaurante. Era el año 1986. «Daquela en Santiago vinlle futuro ás miñas inquedanzas hosteleiras», aduce.

Huyó del centro de la ciudad, porque él quería un local espacioso y allí no había sitio, y dio con sus huesos en A Rocha. Tras unos primeros años difíciles el Balboa pronto se convirtió en un local de referencia, sobre todo en yantares masivos. «Agora mesmo temos mil bodas feitas», contabiliza. Mil familias que celebraron su inicio en A Rocha.

Al menos hasta ahora las nupcias en Galicia han sido un gran acontecimiento familiar en el que no se escatimaban recursos. La tendencia, dice José, es la reducción de invitados. Y la crisis ha venido a acentuar del declive. «Momentos difíciles como este nos os recordo. Non so incide nas bodas. Tampoco hai obreiros porque non hai obras. O consumo baixou un 60 %». José no quiere ser pesimista, pero no ve solución a corto plazo.

Por lo demás, un gran proyecto de restaurante en las cercanías sobre un terreno de 10.000 metros cuadrados se ha quedado en el limbo por una paralización administrativa tras una sustanciosa inversión. Rescatarlo ahora con la crisis y el cierre del grifo bancario es una misión casi imposible. La Administración no tiene entrañas: «Empecei a obra antes de tempo e paráronma. Este doloroso asunto fíxome un gran dano económico».

¿La hostelería en Santiago? «Está masificada, e por desgraza van pechar moitos locais», dice José, que lleva 25 años como directivo de la Asociación de Hostelería y es vocal de la Cámara de Comercio.

Pero el empeño y la lucha de Balboa está sobre todo en el plano personal. Hace trece años un hijo con una carrera prometedora en el mundo hostelero, y «unha persoa sanísima», sufrió un accidente que le dejó una discapacidad del 87 % y precisa cuidados las 24 horas del día: «Para min é un antes e un despois. Non vale resignarse, senón loitar arreo pensando nel. Sen axuda sería unha persoa morta».

Una sede en el Restollal

Uno de sus primeros pasos, y muy esencial, fue la promoción de una asociación de daños cerebrales en Santiago y en Galicia, en donde no había nada de nada al respecto. Le acompañó en el empeño el psicólogo Miguel Anxo García y pronto estuvo en marcha la asociación Sarela. El espíritu pionero de Balboa dio sus frutos y su iniciativa se extendió a toda Galicia. José es presidente de la asociación Sarela y tesorero de la Federación Española de Daño Cerebral.

Sarela, que reúne a 300 socios, alza una amplia sede en el Restollal con más de 40 plazas. El edificio va destinado a proporcionarles a afectados y familias del área de Santiago la atención y calidad de vida que merecen. La Xunta, exhibiendo una sensibilidad de hielo que sobrecoge, «non deu nin un euro para a construcción do centro. É penoso». Si los particulares no se decidiesen a actuar habría una «epidemia oculta», en palabras de Balboa. Es decir, «uns seres humanos estarían na casa esquecidos por completo».