Vigo es la primera ciudad en la que los ediles eligen alcalde

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

FIRMAS

El gobernador civil permitió en mayo de 1929 a las asociaciones locales nombrar a los concejales que votarían al regidor municipal

21 may 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

En mayo de 1929, cuando la dictadura de Primo de Rivera vivía sus últimos momentos, el gobernador civil de la provincia de Pontevedra, José Batuecas, permitía a las entidades de Vigo proponer un concejal y un suplente para conformar una corporación que elegiría el nuevo alcalde de la ciudad. El hecho fue tan insólito en España que fue recogido por diversos periódicos estatales, como La Época, El Heraldo y Mundo Gráfico.

Treinta y dos asociaciones de origen tan variado como la Cámara de Comercio, el Casino de Vigo y las Agrupaciones Agrarias, presentaron sus respectivos representantes. En el caso de algunas entidades pequeñas, el gobernador decidió agruparlas entre sí para que seleccionaron a un candidato común. El Ateneo, La Liga de Defensores de Vigo, La Casa del Pueblo y La Olivia desoyeron la oferta gubernamental.

Treinta y dos personas fueron propuestas para el cargo de concejal, entre quienes se encontraban nombres importantes en el Vigo de aquella época, como Antonio Maestú, Alfredo Pérez Viondi, Valentín Paz Andrade y Manuel San Román. Otras treinta personas quedaron en situación de suplencia. No fue elegida ninguna mujer.

Ensayo semidemocrático

El domingo 5 de mayo, a las 13.15 horas, el salón de sesiones de la Casa Consistorial acogía la sesión de constitución de la nueva corporación, presidida por José Batuecas. El gobernador se congratuló del éxito de las elecciones corporativas, «modelo a seguir por el Gobierno en otras poblaciones, adaptándolo en cada sitio a las distintas circunstancias y modalidades». Reconoció el poncio que Vigo tenía capacidad para nombrar por sí mismo las personas que han de regir sus destinos, y lamentó que alguna asociación se abstuviese por «recelos no justificados». Finalmente, José Batuecas habló de la unión de los ayuntamientos de Vigo y Lavadores, recalcando que no se tratará de una anexión ni una absorción «sino de una unión sincera».

Tras una votación secreta, el teniente coronel sanitario Alfredo Pérez Viondi, director del hospital militar, era elegido alcalde, con treinta votos a favor y dos en blanco. El nuevo regidor municipal agradeció al gobernador que se hubiese designado Vigo para verificar el ensayo de elección corporativa, y explicó que su programa tendría como objetivo principal la mejora de la higiene público, adelantando como prioritario la apertura de la calle Reconquista y la inauguración del edificio de Correos.

Antes de cerrar la sesión fueron elegidos los componentes de las distintas comisiones, así como los diferentes tenientes de alcalde. Tras ello, la corporación se trasladó al Casino, ubicado en la parte baja del Teatro García Barbón, donde participaron en una comida.

Y no se dieron mucha tregua porque a las ocho menos cuarto de la tarde, todos los corporativos estaban nuevamente en la casa consistorial de la Praza da Constitución para participar en el primer pleno ordinario.

eran otros tiempos mayo 1929