La comercialización frustra la explotación de las anémonas en la ría de Arousa

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

FIRMAS

MARTINA MISER

Ni O Grove ni A Illa han podido arrancar los planes de la ortiguilla de mar

30 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Las anémonas son uno de esos productos que el mar ofrece pero que, en Galicia, a nadie se le ha ocurrido llevarse a la boca. No ocurre así en otros lugares: tanto en Andalucía como en la España mediterránea, las «ortiguillas de mar» son un plato muy respetado. De hecho, son consideradas un auténtico manjar por quienes gustan de la buena mesa. A esos mercados miraban hace algo más de un año los responsables de las cofradías de O Grove y A Illa, dos pósitos arousanos que decidieron probar suerte y solicitar un plan para la explotación de tan extraño recurso. Sus propuestas fueron aceptadas por la Consellería do Mar. Pero ahora, con el año a punto de caducar, es hora de hacer balance. Y tanto en la península meca como en el municipio isleño las capturas de anémonas aún no han inaugurado el marcador.

El motivo de ese rotundo cero es que los canales de comercialización de este producto no están aún establecidos: apenas han sido esbozados sobre el papel, y ni los recolectores de recursos específicos ni los posibles compradores tienen demasiado claro, aún, a qué atenerse. Los bailes en las fechas de trabajo, en los pedidos y hasta en el peso del producto han ido entorpeciendo el devenir del ejercicio.

A pesar de ello, tanto la cofradía de O Grove como la de A Illa parecen dispuestas a insistir en esta vía, y para el próximo año han vuelto a solicitar permiso para explotar la anémona. «Botar a andar estas cousas non é doado», aseguraba ayer Víctor Otero, uno de los implicados en este proyecto. Pone, como ejemplo, el erizo de mar, un producto que se empezó a explotar hace unos años y que también sufrió lo suyo antes de lograr abrirse paso hasta los mercados en los que existe demanda.

Camino al andar

El del erizo es un buen ejemplo de que el camino se hace al andar. Y con las algas ocurre lo mismo. Bien lo saben en A Illa, donde los mismos buzos que no han podido capturar anémona sí llevan explotando con relativo éxito dos especies de algas. «Ese é outro mercado en potencia», señala Víctor Otero. «Neste caso temos un par de compradores moi potentes en Galicia que nos dan certa estabilidade», señala.