«No es fácil explicar la Reumatología»

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

FIRMAS

XOAN CARLOS GIL

El especialista ha visto a más de 60.000 pacientes desde que llegó hace 22 años al Meixoeiro

29 oct 2012 . Actualizado a las 18:58 h.

Buena parte de los pacientes que acuden a su consulta han peregrinado antes por diferentes especialidades en busca de un diagnóstico acertado.

El jefe de sección de Reumatología del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo, Íñigo Hernández, reconoce el problema añadido que supone la identificación de dolencias reumatológicas por parte de los afectados e, incluso, por los propios profesionales. «No es fácil explicar la Reumatología, tengo un amigo autoridad mundial en esta especialidad que a menudo comenta que el mayor problema que tiene con la Reumatología es explicarle a su madre a qué se dedica», comenta. No es de extrañar que, a veces, los pacientes lleguen a su consulta con la enfermedad en estado avanzado. Para despejar dudas explica que cualquier dolor articular o muscular no atribuible a un traumatismo debe ser visto por un reumatólogo.

Lleva 22 años en el Meixoeiro, tantos como tiene el hospital y tiempo más que suficiente para saber de qué habla y lo que hace. Artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, espondilitis anquilosante, enfermedades metabólicas, como gota u osteoporosis, y síndrome fibromiálgico son algunos de los casos que trata.

Por su consulta han pasado más de sesenta mil pacientes. Ello le ha permitido observar que ignorancia y pesimismo son los peores enemigos de las enfermedades reumatológicas.

«La gente piensa que no se cura y hoy en día la mayoría tiene un pronóstico muy bueno; el Servicio Gallego de Salud paga tratamientos de enfermedades inflamatorias, cuyo prototipo es la artritis reumatoide, que tienen un coste muy elevado, en torno a 10.000-12.000 euros por paciente y año».

Otros enemigos de las dolencias reumatológicas no menos peligrosos son tabaco, «catastrófico», estrés y sedentarismo. Apuesta por crear en el futuro una unidad de artritis precoz para evitar que los afectados tengan que esperar seis meses hasta recibir tratamiento y espera que todos los pacientes con enfermedades inflamatorias tengan acceso a los tratamientos más avanzados.

Cada día sus pacientes le interrogan sobre cuestiones concretas: «¿Si estuviera en Almería o Canarias sería mejor?, ¿son buenas las aguas?, ¿y los menciñeiros?, ¿existen las panaceas?». Las respuestas se repiten una y otra vez poniendo a prueba su paciencia: «En zonas de clima seco es menor la molestia, pero la evolución de la enfermedad es la misma. Las aguas son buenas, en general, relajan y son beneficiosas para partes blandas como patología muscular y artrosis, sin embargo no afectan a la evolución de las enfermedades articulares. Menciñeiros hay buenos y malos, como los curas y los médicos; los buenos y honrados cumplen una importante función social y son beneficiosos para patologías no inflamatorias que no sean metabólicas, tumorales ni infecciosas; es bueno cuando se dan cuenta de su límite». Con las panaceas, se muestra más crítico. Detesta la charlatanería que aumenta la ignorancia y hace concebir falsas expectativas a los pacientes.

CIUDADANOS EN SU RINCÓN Íñigo Hernández jefe de sección de reumatología del chuvi