«Siempre hay que darlo todo»

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OSCAR CELA

A sus 22 años, el lucense Mauro Rodríguez es el primer gallego con síndrome de Down que logra por oposición una plaza del Estado, empleo que combinará con sus pasiones: teatro y natación

18 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Cuenta el deportista lucense Kiko Rodríguez que cuando nació su quinto hijo, Mauro, el médico le dijo que tenía síndrome de Down, y que eso le impediría llevar una vida normal, que tendría un vocabulario reducido y un sinfín de limitaciones. «Levei o maior desgusto da miña vida», dice. Pero hoy, este padre orgulloso y entregado afirma que «é o que máis satisfaccións me dá, axúdanos a toda a familia». A sus 22 años, Mauro Rodríguez se ha convertido en el primer gallego con síndrome de Down que logra una plaza del Estado por oposición y dentro de unos meses empezará a trabajar como ordenanza en la oficina de la Seguridad Social de Lugo.

«Estudié durante un año y fui a Madrid al examen con Fademga», explica Mauro. Y allí, entre dos mil personas que optaban a una de las 54 plazas que se ofertaban en todo el país, destacó Mauro con 100 puntos sobre 100: «Contesté bien las 25 preguntas», aclara con orgullo. Para lograr la plaza le fue de gran ayuda, además de su formación en Comercio, los meses que trabajó de ordenanza en el campus.

Aun así, esta no es la primera vez que Mauro bate récords. Los retos no lo intimidan; está acostumbrado a saltar barreras, o a eliminarlas directamente. En natación es todo un veterano y, entre otras cosas, ha sido campeón de España en 100 mariposa y hace unas semanas terminó con éxito el Desafío Cíes, atravesando a nado la ría de Vigo, nada menos que doce kilómetros. «Kike, del Racing Chapela, me ayudó mucho», dice. Pero en esta pasión tuvo mucho que ver su padre, jugador profesional de fútbol y ahora «reciclado» como entrenador de Mauro: «Sempre lles inculquei aos meus fillos a paixón polo deporte». Tampoco quiso que los padres de niños con síndrome de Down se encontrasen con las mismas dificultades que tuvieron ellos y fundó la Asociación Down Lugo.

La discapacidad no es un freno

Pero la natación no es la única afición de Mauro: el teatro y la danza le apasionan, y baila en Ritmo Lugo y actúa en Pinchacarneiro, de Anade. «Me gustaría dedicarme a ello de forma profesional», afirma.

Mauro dice que la discapacidad nunca fue un freno para él. Su historia es un ejemplo de superación, tanto para gente con discapacidad como sin ella. ¿Cuál es su secreto? «Siempre hay que darlo todo», afirma Mauro. Pero aún más: «Yo le aconsejo a todo el mundo que tenga los pies en la tierra, que trabaje día a día, que si uno quiere conseguir algo, que no pare hasta lograrlo, con constancia y disciplina». Destaca el papel de su familia, que siempre lo apoyó e hizo crecer en él esa seguridad en sí mismo. Aunque Kiko le resta importancia: «Algúns dinme que Mauro é así grazas a min, pero eu fixen con el o mesmo que cos outros fillos». Lo que destaca de Mauro es su carácter cariñoso y familiar: «De hecho, por ahora no pienso en independizarme, estoy a gusto así», dice el joven con picardía.