El «kinesiotaping», el nuevo esparadrapo del corredor

susana basterrechea REDACCIÓN / LA VOZ

FIRMAS

El revolucionario vendaje de colores con efectos terapéuticos se ha convertido en una de las técnicas más demandadas por los deportistas

28 abr 2012 . Actualizado a las 06:55 h.

Hay cosas que no fallan en las carreras. Las colas para ir al baño antes de empezar, el olor a réflex, los botellines de agua tirados por el suelo y, últimamente, los atletas con llamativas cintas de colores pegadas en las piernas. Son fans del kinesiotaping, un revolucionario vendaje neuromuscular que no es tan nuevo. Lo desarrolló un doctor japonés, Kenzo Rase, en los años setenta y entró en Europa a mediados de los noventa de la mano de un exfutbolista holandés llamado Nijhuis, pero hace solo unos años que aterrizó en España. El pionero en usarlo fue el ciclista Marino Lejarreta y ahora se lo aplican a Cristiano Ronaldo, Beckham, Nadal y Gasol. Los corredores no se iban a quedar atrás y también utilizan estas curiosas tiras que han revolucionado el mundo del deporte. «Es una técnica muy demandada por el paciente por el furor mediático que hay a su alrededor», dice Fernando Ramos, coordinador de fisioterapia del Hospital USP Santa Teresa, en A Coruña. «Hasta hace poco se lo ponías a alguien y se iba de la consulta con cierta desconfianza, como diciendo ?¿pero qué me han puesto??. Ahora te piden ellos que se lo pongas», añade Manuel Martínez, fisioterapeuta de la clínica coruñesa Ronda de Nelle.

Pero, más allá del impacto estético de estas cintas, ¿en qué consiste el kinesiotaping? Básicamente, se trata de un método que emplea tiras de esparadrapo elástico (cuyo pegamento es antialérgico) diseñadas para imitar las propiedades de la piel y cuya finalidad es el tratamiento de lesiones musculares, articulares, ligamentosas y de los tendones, aunque también alivian las sobrecargas y es posible (está en estudio) que hasta puedan aumentar el rendimiento deportivo. «Mejoran la función de la musculatura y activan el proceso de recuperación del propio cuerpo», explica Ramos. Colocadas correctamente, las vendas tiran de la piel y, al aumentar el espacio entre esta y los músculos, la presión se reduce y aumenta la circulación. «Crea ese efecto y como el cuerpo lo interpreta así, se produce una contracción de la musculatura protectora que estabiliza», añade. Todo ello tiene un efecto analgésico. «Reduce la presión bajo la piel, lo cual alivia la inflamación y disminuye el dolor percibido por el deportista», resume Martínez. Y, además, sin limitar sus movimientos. «Un corredor que salga de una lesión y aún tenga molestias puede usarlo y moverse libremente», señala el fisioterapeuta. Esa es una de las claves del éxito del kinesiotaping. La otra es que es muy cómodo: se puede usar tres o cuatro días seguidos y, al ser resistente al agua, permite llevarlo bajo la ducha. Pero siempre debe ser colocado por un profesional. «Es importante el grado de tensión del vendaje y la destreza y conocimientos de la musculatura del fisioterapeuta o del médico va a determinar su acción adecuada», afirma Ramos. «Complementa de un tratamiento y debe estar supervisado por un profesional», reitera su colega.