El consenso de la oposición en el debate sobre el Consejo Europeo fue general al considerar imposible o con un coste social inasumible que España cumpla el objetivo de déficit del 4,4 % del PIB. Así, Josu Erkoreka (PNV) pidió a Rajoy que ejerza en Bruselas de «Pepito Grillo» para flexibilizar el cumplimiento de los ajustes exigidos; Josep Antonio Duran i Lleida (CiU) cuestionó que se pueda ser más riguroso con el grado de cumplimiento de las comunidades autónomas. Sobre las cuentas de estas Administraciones, el presidente le aseguró que el Ejecutivo no dejará caer a ninguna, aunque eso exigirá compromisos.
Rosa Díez, como portavoz de UPyD, pidió a Mariano Rajoy que que defienda en Europa los intereses de España como lo habían hecho González y Aznar. Rajoy cerró la sesión afirmando que, pese a críticas como las de IU y Amaiur, ni tiene «prejuicios» ni es «sectario», y defenderá «lo justo y equitativo, lo que convenga al interés general».