Talleres Lago sí encuentra mecánico para continuar: «Siempre estuvimos a tope de trabajo»

VALDOVIÑO

Simón Bogo coge las riendas del negocio que deja Juan López:« ¡Ya tocaba jubilarse y disfrutar!»
05 feb 2025 . Actualizado a las 16:24 h.Veinticinco años llevaba Juan López trabajando como mecánico en Talleres Lago y cinco décadas ligado al sector. «¡Ya tocaba disfrutar y jubilarse!», bromea. Y, a pesar de que el sector adolece de falta de profesionales y relevo, con muchos talleres con lista de espera de meses, han conseguido encontrar un nuevo nombre para ponerse al frente: Simón Bogo.
Todo se remonta al verano. Juan y su mujer Merchi disfrutan ahora de la jubilación después de haber pasado por un problema médico que le obligó a cerrar antes de tiempo por baja. «Cerré el 1 de septiembre, pero fue obligado por el médico, que me dijo que había que parar. Me jubilé el 11 de noviembre», recuerda. Ahora ya se encuentra mejor. «Sin preocupaciones del taller ni de nada. Estoy llegando a casa después de pasear diez kilómetros, eso da vida. Me gusta pasear por aquí y por Meirás porque es muy llano. Y ahora me encuentro con quienes eran mis clientes y me paro a tomar cafés con ellos», destaca. Disfruta del tiempo libre, caminar, jugar a las cartas con su consuegro, viajar con su mujer y disfrutar de la familia. «Me voy hasta Portugal con mi mujer a tomar bacalao. Tenemos la libertad de hacer lo que nos apetezca. Y ¡voy a ser abuelo este mes! Me viene en camino mi primer nieto», subraya.
Entre Juan y la cooperativa de Lago buscaron savia nueva que se pusiese al frente del negocio, que reabrió la semana pasada Simón con su pareja Tamara. «Nos gustaba que siguiese alguien de Lago, si podía ser, y nos decantamos por Simón. Yo ya le conocía también y quería dejar a mis clientes con alguien con experiencia y buen hacer», ensalza Juan. Simón trabajó veinte años en otro taller y ahora decidió emprender y lanzarse. «Llevaba veinte años trabajando en otro taller. Conocidos me dijeron que Juan se iba a jubilar y me llamaron desde la cooperativa, que también avisaron a otras personas, y me interesó mucho», comenta Simón Bogo. Sobre todo por seguir en casa, en Lago, en un taller con mucho pasado. «Siempre fue mi ilusión tener mi propio taller», reconoce.

También corre por sus venas esta pasión. «De joven ya andábamos con las motos, trucándolas, cosas de esas. Luego, con los coches, empecé a trabajar con coches antiguos», recuerda. Simón cursó una FP de grado medio en el antiguo Marqués de Suanzes. Y con su pareja Tamara reabrieron las puertas del negocio la semana pasada, con la premisa de ir piano piano. Su secreto: mucha comunicación, un trato directo y cercano. «Por ejemplo, aquí tenemos a gente mayor que quiere que lleves el coche a la ITV... Un servicio completo y facilidades», indica.
Juan advierte de que el sector lleva «a tope» desde hace muchos años. «Siempre estuvimos trabajando sin parar», reconoce. Talleres Lago abrió en esta parroquia valdoviñesa cuando el municipio contaba con negocios como Alonso, Díaz en Valdoviño, Queira en Meirás o Ladeira, recuerda. «Desde los catorce años trabajé en mecánica. Coticé cincuenta años y siete meses», recuerda. Simón valora la situación actual del mercado de coches nuevos: «Todo influye en esto, los coches se han encarecido mucho, el tema de los eléctricos, un utilitario caro... En esta zona la gente es reacia a comprarlos porque no se sabe cómo evolucionará ni hay servicios...», valora.
Tras cinco décadas en el negocio, Juan hace balance de lo «duro» que es ser autónomo o lidiar con problemas de impagos. Aún así, sigue remangándose y cogiendo herramientas. «Yo ahora disfruto. Lo único que hago es mirar los coches de los hijos cuando les rompe algo, que hay nueve coches entre todos. Y del resto, a vivir», destaca emocionado.