Los veraneantes de fuera de España se mueven guiados por la práctica del surf, las temperaturas suaves y el paisaje
03 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La mitad de las plazas de cámping que hay en la zona están ocupadas actualmente por extranjeros, que vienen al noroeste peninsular atraídos por las extraordinarias condiciones para practicar el surf, así como por las agradables temperaturas y el paisaje. Así lo indicaban ayer Jacques Paris y Muriel, una pareja de franceses que todos los veranos pasan un mes o incluso más en Valdoviño. Hace cinco años vinieron al Pantín Classic y se instalaron en el cámping de Valdoviño, por ser el más cercano, y desde entonces le son fieles. Él es profesor de deportes y corresponsal de un periódico galo, al que desde aquí pasa crónicas, y ella es profesora de biología. Les encanta el paisaje, muy parecido al de la Bretaña francesa, pero sobre todo la temperatura, porque nunca hace mucho calor.
Los suecos Mahlin y Erik también están residiendo en el cámping de Valdoviño desde hace unas semanas. Les hablaron de esta zona unos amigos y lo buscaron por Internet. Lo que se encontraron no les decepcionó, sino todo lo contrario, hasta el punto de que anuncian que volverán. El surf y la naturaleza son los principales alicientes que se encontraron en el municipio estos dos jóvenes, a los que encontramos desayunando en el campo al lado de su tienda de campaña. Ella es la responsable de recursos humanos de una empresa sueca y él es ingeniero.
Con estas dos parejas se establece la conexión gracias a la colaboración de Bea, una empleada del cámping de Valdoviño que maneja diferentes idiomas, cuestión fundamental en un establecimiento que a lo largo de todo el año recibe a extranjeros, ya que además de la zona de acampada para tiendas y caravanas también cuenta con 60 camas en bungalós.
Según los datos aportados por los responsables del cámping de Valdoviño, que dispone de 160 plazas, la ocupación de los pasado meses de mayo y junio fue del 45 % y todos eran extranjeros, principalmente de Alemania, Holanda, Bélgica y Austria, por este orden, si bien en junio hubo mayoría de holandeses. En cuanto a julio, registró una ocupación del 70 %, de los que un 80 % eran extranjeros y casi el 20 % restante nacionales. La mayoría procedían de países de Centro Europa, pero también hubo algunos surfistas de Nueva Zelanda.
En agosto las instalaciones están ocupadas a partes iguales por extranjeros y nacionales, pero en septiembre ya se prevé una nueva arribada masiva de foráneos.
El cámping de As Cabazas, en Ferrol, que cuenta con algo más de 200 plazas, también está ocupado actualmente al 50 % entre extranjeros y nacionales. Según la información facilitada por responsables de la instalación, hay mayoría de alemanes, franceses, belgas y holandeses, pero este año recibieron también a muchos suizos. En junio y septiembre la proporción es de 80-20 en favor de los extranjeros.
Los clientes suelen ser gente de una clase social media y alta, con posibilidades económicas. «A veces no lo parece, porque no son como nosotros, que nos ponemos la mejor ropa para viajar», apunta una responsable de un cámping.