Comprobar si el cliente tiene fiebre, clausura de baños y sin revistas en las salas de espera

La Voz

NARÓN

04 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Eva García Fernández es la titular de la Clínica Podológica Santa Icía, en Narón. Desde que se decretó el confinamiento estuvo atendiendo, como servicio esencial, a pacientes diabéticos o con problemas graves en las uñas. Lo hacía una o dos tardes por semana y tiene prevista la reapertura de la clínica el próximo día 11. El motivo de que no lo haga hoy, como otros centros que funcionan con cita previa, radica en que está a la espera del material que le permitirá garantizar al máximo su propia seguridad y la de sus pacientes. «Estoy esperando que me lleguen termómetros de infrarrojos para mirar la fiebre a la gente cuando llegue», apunta, añadiendo que los clientes también tendrán que lavarse las manos con gel hidrológico al entrar e ir provistos de mascarilla y guantes. A mayores ha instalado una pantalla en su local, además de haber retirado todos los elementos decorativos, así como las revistas y folletos. Por lo que la sala de espera se queda con dos sillas y una mesa.

Los guantes, las mascarilla y la retirada de objetos decorativos serán imprescindibles en todos los negocios que hoy abren con cita previa, pero, a mayores, en algunos de ellos se han sumado otras medidas de protección. Es el caso del masajista Suso García, que ha decidido clausurar el baño; el del peluquero Sindo Vila, que ha colocado un felpudo a la entrada para que los clientes se limpien la suela del calzado; o la podóloga Lidia Carrera y su socia, que mantendrán la maquinaria cubierta con plástico. Evidentemente, el material utilizado también se desinfectará tras cada cliente.