Más de tres mil comidas y cenas servidas para las bandas y los voluntarios

A. F. C. ORTIGUEIRA / LA VOZ

NARÓN

María José González, del restaurante A Trasanquesa, dirige los fogones en la cocina del colegio

16 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La puerta del comedor del CEIP José María Lage está pintada de colores y en el centro se puede leer «bo apetito». Durante el curso, aquí comen a diario decenas de alumnos y a lo largo de la última semana han cruzado el umbral varios centenares de músicos y bailarines -los integrantes de las bandas-, voluntarios de Protección Civil, personal del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) y colaboradores.

Al frente de los fogones ha estado María José González Fortúnez, propietaria del restaurante A Transanquesa, de Sedes (Narón). «Llevamos once años, ya conocemos esta cocina y estamos muy acostumbrados a trabajar para mucha gente», señala. El número de comensales se ha ido incrementado, hasta alcanzar los mil, entre el mediodía y la noche, ayer. Sin contar desayunos y bocadillos. «Este año ha sido una invasión», reconoce la responsable de un equipo de siete «veteranos, porque si no, no soportarían este ritmo», admite.

El ajetreo se concentra en dos o tres horas al mediodía y otras tantas por las noches. Y entre tanto trajín, «siempre se cuela alguien, pero es imposible controlarlo». Estos días han servido ensaladilla, lentejas, merluza o churrasco, pero también han tenido que elaborar platos para celíacos o personas con otro tipo de intolerancias, y para algunos niños a los que no les gustaba el menú. La chef agradece el apoyo de la dirección del centro y de la organización del festival.