Sin camareros en Ferrol: locales cerrados tardes y domingos por la falta de personal
FERROL CIUDAD
El Skada-Moncloa, el Ankha o el Avenida son ejemplos de locales que han limitado su apertura mientras buscan trabajadores
05 may 2023 . Actualizado a las 19:43 h.¿Faltan camareros cualificados en Ferrol? Para algunos hosteleros de la ciudad, sí. Locales como el Skada-Moncloa, el Avenida o el Ankha se han visto obligados a reducir su horario de apertura mientras no completan su plantilla. «Desde principios de verano no hay personal», comenta Jaime Grandal. Por ello recurrió a la clausura de la zona del Moncloa y actualmente solo tiene abierto el Skada y su terraza. Además, cierra los domingos para descansar. «Al no haber personal para cubrir los días libres, el domingo es el día de descanso de todos», explica.
Actualmente son siete los trabajadores de estos dos locales anexos de la calle Magdalena. Y necesitaría un par más. «O todo el mundo está trabajando, o no lo entiendo. Van llegando currículos, pero no es de gente con experiencia», explica. Si llegan dos personas con currículos atractivos, volvería a abrir el Moncloa. «No hay personal para cubrirlo, con los que somos ahora lo tendríamos mal atendido. Hasta que haya más gente disponible seguirá así», detalla.
Un escenario prácticamente idéntico se repite en la cafetería Ankha, en el Cantón. «Entre las bajas y que nos falta personal tuvimos que recurrir a cerrar por las tardes porque no somos los suficientes para cubrir el horario», detalla su responsable, Samuel Curbeira. Ahora mismo son tres camareros y un cocinero los miembros de la plantilla. «Necesitaría otro camarero y una persona en la cocina», detalla. Por ello, lleva un mes cerrando por las tardes. «El fin de semana sí que damos cenas y vamos a empezar a abrir por las tardes porque encontramos a esas dos personas. Espero que tengamos suerte y nos duren», desea Curbeira.
Tras un mes buscando, la churrería Avenida ha logrado sumar al camarero que necesita. «Coincidió que el Almirante echó el cierre y es uno de los chicos del hotel que ya conocíamos», explica su responsable, Isabel Vázquez. En su churrería trabajan diez camareros y dos autónomos. Abren de 7.30 horas a 23.30 horas, «muchos turnos». «Estamos cerrando los sábados pero ahora con el nuevo camarero cuando abra Mercadona vamos a abrir a diario. Era para poder dar vacaciones, porque sino no había manera», detalla Vázquez.
¿Qué buscan los hosteleros? «Una base, mínimo. Aquí lo formas porque cada sistema de trabajo es diferente», señala Grandal. Curbeira recalca que no pueden contratar a gente sin experiencia. «Llevamos un ritmo de trabajo muy alto. No podemos tener gente que no cogió nunca una bandeja en la mano, no sirvió nunca un café o una mesa en un servicio de comidas. Currículos hay muy pocos y la gente quiere trabajar menos horas, medias jornadas u horarios específicos de mañana, compatibilizarlo con estudios...», detalla Curbeira. Señala que las condiciones laborales son superiores a las del convenio. «Después de la pandemia se notó mucho. Teníamos gente de mucho tiempo trabajando que recurrió a hacer cursos para cambiar a otro gremio. Estaban cansados de la hostelería. Es bastante sacrificado, la verdad», reconoce.
Lo mismo que ocurrió en el Skada-Moncloa. «Hubo gente que se fue a otros gremios», señala el responsable. Desde el Avenida también confirman que les llegan «currículos a diario». «Pero gente que viene de cualquier gremio, cajeros, peluquerías, ingenieros... No tienen experiencia y no podemos arriesgarnos», reconoce.
El mejor octubre
Tras un verano espléndido de actividad, los hosteleros destacan «el buen ritmo de trabajo» que se mantiene a estas alturas del año. «A pesar del tiempo y aunque obviamente el movimiento de gente no es el mismo que el del verano, estamos teniendo mucha actividad», explicó Grandal. Para Vázquez este octubre está siendo «mejor que ninguno que haya conocido». «Notamos que tenemos más gente, pero también puede ser por el mes. Somos una churrería y la Bola de Oro cerró y el Bonilla está de vacaciones», explica la responsable del Avenida.
Fernando Pena y Kiko da Cal, camareros veteranos: «Hay que tener paciencia, perseverancia y saber trabajar»
Fernando Pena suma ya ocho años trabajando como camarero del café Avenida, junto con su compañero Kiko da Cal, que suma cinco. ¿Cuál es el secreto para perdurar en este gremio? «¡Puf! Paciencia, perseverancia...», valora Pena. A lo que da Cal añade: «Hay que saber trabajar. Si sabes, a día de hoy, tienes trabajo. Yo empecé sin tener idea de esto», valora. Medio lustro después reconoce que lo más importante es que le gusta ser camarero. «A mí me gusta mi trabajo, el contacto con la gente», valora. Además, el dinamismo de los cambios de turno. «Aquí no se hace monótono. El Avenida es de los pocos sitios en los que rotamos días libres. Igual libras los martes un mes como los sábados otro. Para mí es vital. Si trabajas en un sitio donde libras los martes toda una vida y trabajas los sábados y domingos siempre...», valora.