Tras tres años de andadura, la tienda de la calle del Carmen cerrará sus puertas en pocos días
15 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La segunda quincena de agosto fue la gota que colmó el vaso. Patricia Graña, responsable de la tienda de complementos del hogar Portikiño, cuenta que el negocio no funcionaba bien desde principios de año, pero fue el balance de ventas del pasado mes el que le hizo tomar la decisión definitiva de bajar la persiana para siempre. «Yo llevaba sin ganarme un sueldo desde febrero, pero es que las dos últimas semanas de agosto fueron terribles. Si un negocio es insostenible y solo te da para cubrir gastos, no tiene sentido continuar y, al igual que hay que ser valiente para abrir, también hay que serlo para cerrar», cuenta con resignación.
Graña prevé clausurar la tienda a finales de este mes o principios de octubre, después de liquidar toda la mercancía, que ahora vende con descuentos de hasta el 50%. En su opinión, la agonía que atraviesa el pequeño comercio a nivel general se debe al auge de las ventas por Internet y a la feroz competencia de las grandes cadenas, dos problemas a los que en este caso se suma además la situación particular de Ferrol, una ciudad «estancada» y que «solo vive de las pensiones y del naval». «Además, digan lo que digan los políticos, está claro que estamos entrando en una crisis y no hay dinero. Ferrol estuvo lleno de turistas este verano, pero lo que vino fue un turismo cutre, que no consume», apunta rotunda.
Graña recuerda que el negocio echó a andar en el 2016, cuando ella y otra ex empleada de Pórtico se lanzaron a la aventura de poner en marcha Portikiño, tras el cierre del establecimiento. Su socia decidió abandonar el barco hace cuatro meses y, ella, a punto de hacer lo mismo, no quiere caer en el desánimo. «Me da pena cerrar, pero ahora toca comenzar una nueva etapa y mirar al futuro. Puede que oposite o busque un trabajo por cuenta ajena, pero lo de abrir otro negocio lo tengo descartado. Ya experimenté lo que es ser autónomo, y además, el futuro del sector lo veo negro».