Listas de espera

Manuel Couce DESDE LA ALAMEDA

FERROL CIUDAD

17 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya son más de doce los partidos o agrupaciones políticas colocadas en la parrilla de salida para alcanzar la Alcaldía de Ferrol. Este rompecabezas mental nos va a obligar a buscar con lupa la mejor lista y el mejor equipo que lleve a cabo la gestión de la ciudad. Y tenemos que prepararlo todo antes del mes de mayo, cuando se convocarán las elecciones municipales. Y como no va a haber pan para tantos no hay tiempo que perder. Y ya se presentaron algunos candidatos más papistas que el papa, es decir, ferrolanos más que nadie. Pero vendrán otros y lanzarán al aire las semillas del saber, apostando por el refulgente brillo de la ciudad. Y no faltarán los que nos digan que nuestros males dan para un máster. Y si alguno va al engorde transitorio, se equivoca.

En su día, los primeros espadas irán al Ateneo a recordar lo que prometieron en los mítines y conoceremos el catecismo que aporta cada uno. Y también a los que hay que finiquitar su carrera política antes de tomar la salida. Los mítines están de capa caída, interesan más los debates. Al comienzo de esta etapa democrática participé en un mitin, no asistió nadie. Esperé, y cuando vi llegar a uno pensé que pronto comenzaría la fiesta política. Pues no, vino a traer las llaves del local y a decirme: «Cuando termine deje allí las llaves y apague las luces». Cumplida la orden, me fui sin decir palabra pensando que a la democracia no se la había visto por allí. Desolador. El primer acto político fallido, la imagen me quedó grabada a fuego en la memoria. Y por eso pienso que algo parecido se puede estar cociendo en la sociedad ferrolana con el actual ambiente. Si para estas elecciones no se produce un revulsivo y no se presentan los mejores políticos -no hace falta que sean bizarros- más dialogantes, con proyectos concretos suficientemente sólidos para ser cumplidos, nos habremos equivocado.

Viene al caso todo lo dicho por el desorden político que invade a una buena parte de la sociedad ferrolana y que pone en cuestión de confianza la virtud social que no falló nunca en nuestra gente y que determinó la prosperidad económica de esta ciudad. Pero el revoltijo político actual ha sido, en parte, causante de la caída de la tasa de crecimiento de muchos negocios.

Confiemos en que en las nuevas elecciones, que ponen en nuestras manos ganar para que nadie pierda, sirvan para renovar la vida pública. Que esta ciudad se lo merece