Una odisea con final feliz para Pipe

beatriz antón FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Pipe, con Caroline y Martin, el matrimonio inglés con el que ahora vive el perro, tras ser curado de su enfermedad en Ferrol
Pipe, con Caroline y Martin, el matrimonio inglés con el que ahora vive el perro, tras ser curado de su enfermedad en Ferrol cedida

Tras ser abandonado y rescatado de un pozo en Badajoz, este can fue diagnosticado de dos enfermedades: en Ferrol logró curarse y ahora tiene un hogar en Inglaterra

05 dic 2018 . Actualizado a las 23:22 h.

La de Pipe es la historia de un perro mayor, abandonado y gravemente enfermo, pero que, gracias a la solidaridad de los voluntarios y colaboradores de la protectora ferrolana Arco da Vella, ha tenido un final feliz.

La odisea de este mastín de diez años comenzó hace ahora un año, cuando fue hallado en un pozo de 2,5 metros de profundidad en la barriada de Llera, en Badajoz, muy desnutrido y sediento. Al no detectarle el chip, la Policía Local lo envió a la perrera municipal, donde a punto estuvo de ser sacrificado si no fuese por un ángel de la guardado llamado Toni Trigo. «Se trata de una mujer de sesenta y pico años, que allí es muy conocida, porque lleva más de cuarenta rescatando perros abandonados», apunta Luisa Amor, voluntaria de Arco da Vella.

El can fue rescatado de un pozo de dos metros de profundidad en Badajoz
El can fue rescatado de un pozo de dos metros de profundidad en Badajoz

El caso es que, antes de buscarle un hogar de acogida, Trigo quiso hacerle un chequeo a Pipe, para comprobar su estado de salud, y en la clínica veterinaria se topó con la sorpresa: el perro tenía erliquia, además de filaria, la enfermedad del gusano del corazón, que puede provocar la muerte si no se toman medidas urgentes. Al poco tiempo la rescatadora logró encontrar un hogar de adopción en Inglaterra para Pipe, pero antes había que curar al can fuese como fuese, ya que las autoridades británicas no permitirían su entrada en el país si no se encontraba totalmente recuperado. Y fue ahí donde entró en escena la protectora Arco da Vella de Ferrol. 

«Nosotros conocíamos a Toni Trigo y, al enterarnos que no conseguía encontrar en Badajoz un hogar de acogida mientras el perro recibía el tratamiento que precisamente, nos ofrecimos a traerlo a Ferrol», explica Amor. Y fue finalmente en la urbe naval donde Pipe encontró lo que necesitaba: un refugio temporal en casa de Begoña González, también voluntaria de Arco da Vella, y atención veterinaria en la clínica Albeitre.

Pipe, con Luisa Amor y su marido, voluntarios los dos de Arco da Vella
Pipe, con Luisa Amor y su marido, voluntarios los dos de Arco da Vella

Amor cuenta que el tratamiento fue muy largo y costoso -superó con creces los mil euros-, pero la protectora logró reunir el dinero gracias a la «enorme solidaridad de mucha gente, sorteos, mercadillos y una importante aportación de la familia que lo adoptó». El pasado 9 de noviembre, tras ocho meses de estancia en Ferrol, Pipe puso rumbo a la localidad inglesa de Buckingham, donde ahora vive feliz junto a Caroline y Martin, un matrimonio inglés amante de los animales y que ya cuenta con otros perros, algunos de ellos también adoptados en España.