Ferrolterra llegó a tener 16 fábricas de la bebida con gas
01 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Antes de que Coca-Cola popularizara su propia receta de la felicidad, en la comarca de Ferrolterra ya existían mil fórmulas que competían con su éxito. Ferrol era un auténtico laboratorio de bebidas carbónicas que reunió hasta 16 fábricas de gaseosa. Un auténtico batallón efervescente.
Han pasado ya años desde que en 1832 John Matthews inventó el aparato para mezclar agua con gas de dióxido de carbono y además agregarle sabor. La bebida de soda alcanzó tal renombre que incluso se vendía en las farmacias como remedio para curar diversos males.
La magia de las burbujas llegó a la comarca a través de marcas como La Barca, Aullón, Pibal o la famosísima 15 Hermanos, ubicada en la calle Alcalde Usero, en O Inferniño. Una empresa familiar en la que eran sus propios hijos, quince en total, como reza su nombre, los que se encargaban de conducir los camiones con el pedido a bares y particulares.
En Mugardos la gaseosa se llamaba igual que el cine del pueblo, Zárate. Además también había La Pitusa en la finca de Ribero, La Deliciosa en A Mourela, Lanzós en Valdoviño o Lagarea en Ortigueira, que más tarde se trasladaría a Maniños con el nombre de La Moderna. En Cedeira siguen bautizando a una de sus empanadas con el nombre Arribí, su antigua fábrica. La Gareta, Iris o Santa Rita, que más tarde adquirió J. Montero son más ejemplos de esa época.
Precisamente esta última, junto con La Pilarica, son el último recuerdo de todas ellas. Narón y Mandiá guardan los restos del gran pasado que convirtió a la comarca en un pequeño imperio carbónico. Sin embargo, las antiguas embotelladoras ya no están y en su lugar solo hay un almacén lleno de mercancía de distintas marcas: cervezas, zumos, refrescos...
Pero entre todas esas cajas, a Mandiá aún llega gaseosa La Pilarica, procedente de Marín. Aunque la bebida carbonatada ha dejado de ser cosecha ferrolana.