Las obras cercan el mercado municipal de A Magdalena en Ferrol

FERROL

Las terrazas de puestos exteriores se han reducido por el avance de las obras.
Las terrazas de puestos exteriores se han reducido por el avance de las obras. CESAR TOIMIL

Los operadores critican la coincidencia temporal de la reurbanización de la calle de la Iglesia a la altura de la plaza con la renovación de la cubierta de la nave principal

12 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El suelo encharcado por los manguerazos de agua sobre la fachada y alguna salpicadura da la bienvenida a los clientes por la puerta principal. Por el acceso lateral, la calle de la Iglesia se muestra abierta en canal y las vallas de obra estrechan las aceras. Y en el mercado de A Magdalena, donde estos días se inician las labores para renovar la cubierta, llueven las críticas. La plaza está sitiada por las obras. Y las quejas confluyen en el mismo punto: la coincidencia temporal de ambas intervenciones, que dificultan el acceso de la clientela y exasperan a los operadores. Algunos compradores se hacen oír a voces sobre el ruido de los trabajos en los puestos más cercanos al acceso. Y solo la fidelidad de la clientela habitual y la presencia de turistas, apuntan, cuya curiosidad alimenta la caja de puestos locales, evitan que la caída de la recaudación sea mayor. En dos palabras, «estamos cabreados», resume una placera, indignación que comparte desde el otro lado del mostrador una asidua a su puesto: «Vivo aquí al lado y lo tengo que padecer».

Si la situación dentro no es buena, los puestos exteriores se habitúan estos días a convivir con la lengua de tierra en que se ha convertido la calzada de la calle de la Iglesia, donde antes existían plazas de aparcamiento y una zona de carga y descarga, que ya no volverán. Los clientes toman ahora el café en una exigua terraza en primera línea de zanja. «Estamos intentando generar el menor perjuicio posible, pero las obras tienen unos plazos y si nos metemos en el otoño se tardaría mucho más», justifica Julián Reina, portavoz municipal.

Tres meses para una intervención de casi 250.000 euros

Comenzaron este mes con el objetivo de mejorar las condiciones del edificio principal del mercado de A Magdalena. Contratadas por la Concellería de Obras buscan dar una solución a los problemas de oxidación de la cubierta de la nave principal y reparar el exterior. Estos días se realizan las primeras tareas, con la limpieza a presión de las fachadas para eliminar la suciedad y posteriormente se actuará sobre las partes desconchadas. Los anclajes de la cubierta serán tratados para evitar que se oxiden.

Para mejorar el aislamiento, se sustituirán las lamas de vidrio por ventanas, con una parte fija y otra móvil, y se instalará una rejilla para que garantizar una ventilación permanente. La actuación, que tiene un plazo de tres meses, cuesta 247.771 euros financiados con el POS+Adicional 2021 y fue adjudicada a CYS Hispania SL.

 

CESAR TOIMIL

Carlos Barros, carnicería Curtis

«¿Por dónde quieren que entre la gente? ¿En helicóptero?»

Entre el estruendo de las mangueras se hace oír Carlos Barros, que atiende la carnicería Curtis, el puesto más cercano a los trabajos. «Ya sé que las obras son molestas siempre», antepone, pero es que esto fue todo tan junto...», reprocha. Sobre todo porque, recuerda, el arreglo del mercado ya era una obra «prevista hace tiempo». «Levantan la calle y se ponen con esto también, todo a un tiempo. ¿Por dónde quieren que entre la gente? ¿Que venga en helicóptero?», ironiza. «Hazlo antes o ahora espera un poco», recrimina al gobierno local, apuntando que «la gente se queja».

 

CESAR TOIMIL

María del Carmen Castro, pollería Mari Carmen

«Como llueva, esto será un barrizal impresionante»

Mientras despacha, María del Carmen Castro, responsable de la pollería que lleva su nombre, muestra su enfado: «Tenemos suerte de que no llueva, porque como llueva esto es un barrizal impresionante». Además, añade que «a los que vienen de fuera les encanta el mercado, pero casi no se puede entrar. Hay gente que viene, coge y da la vuelta y se va. Es que se juntó todo —prosigue—, y es verdad que las obras hay que sufrirlas para mejorar las cosas», pero pide que se den facilidades, como poder aparcar, aunque sea temporalmente, en la alameda del Carbón.

 

CÉSAR TOIMIL

Juan Carlos Seijas, café bar Juanocho

«En la terraza ahora solo puedo sentar a la mitad»

Su pequeña terraza ha menguado a la mitad con las obras de la calle de la Iglesia: «Si antes sentaba a cuatro personas por mesa ahora solo a dos, para que haya paso», resume Juan Carlos Seijas. Suma la escasez de aparcamiento a los factores que están repercutiendo en la actividad del café bar Juanocho. «La gente viene menos. Todo el mundo se queja de la falta de sitio», apunta, y añade que «ahora mismo andar por Ferrol es un jeroglífico». No obstante, considera que las obras en el mercado son necesarias: «Tengo humedades en la pared y ya pinté tres veces».