Vivamos

Beatriz García Couce
Beatriz Couce EN LA GRADA

FERROL

21 ago 2021 . Actualizado a las 20:05 h.

Es tiempo de encuentros, de paseos al aire libre, de jornadas de playa, de colgar el uniforme y apagar los ordenadores. De sentarse en una terraza y compartir risas con la familia y los amigos, de recibir a nuestros allegados que hace muchos meses que no vemos y de bajarle las revoluciones al estrés. No podemos -ni debemos- abstraernos de que vivimos en una pandemia mundial, que se ha llevado muchas vidas por delante, por lo que hay que extremar todas las precauciones. No bajar la guardia, porque en esta última oleada, el virus nos ha vuelto a enseñar los dientes, su peor cara. Hay que protegerse y proteger a los demás.

Pero ha sido un año duro, marcado por las restricciones que han fijado las administraciones para intentar contener el avance de la pandemia, que nos han mantenido aislados durante muchas semanas de nuestros seres queridos, por lo que es lógico que hayamos esperado como agua de mayo la llegada del verano para esos reencuentros. Esperábamos la especie de espejismo que vivimos el anterior, pese a que estábamos recuperándonos del shock del confinamiento, y nos hemos encontrado con una nueva variante que ha disparado la positividad, tanto entre los vacunados como los que aún esperan su inmunización.

Así que, en el difícil equilibrio de reconquistar un poco de normalidad sin dejar nunca de tomar todas las medidas de protección frente al virus, tenemos la oportunidad de pararnos a disfrutar de un entorno envidiable, con unos parajes naturales extraordinarios. Nos lo repiten incansablemente los que vienen de fuera sin que nosotros acabemos de mirar lo que nos rodea con unos ojos más amables y orgullosos. Son muchas las opciones que nos ofrecen nuestras playas y nuestros montes, con espacios únicos en Europa -las Fragas do Eume y los acantilados de Vixía Herbeira son solo dos ejemplos- para respirar aire puro, con distancia y, si así lo deciden, un rato sin la mascarilla que nos acompaña desde hace más de un año.

En pocos días comenzarán las fiestas de verano de la ciudad, también marcadas por la pandemia, pero que insuflará algo de aire a un sector muy castigado por la crisis sanitaria. También ofrecerán opciones de ocio.

Hagamos un poco de caso a los nuestros, aunque sea por teléfono. Compartamos nuestras vivencias, nuestras inquietudes y también recuerdos. En definitiva, vivamos. Hagámoslo por todos aquellos que no pueden hacerlo.