Carlos Piñeiro, médico: «Lo lógico no es inmunizar por edad, sino antes a los enfermos crónicos»

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL

El médico Carlos Piñeiro
El médico Carlos Piñeiro CESAR TOIMIL

Asegura que asociaciones científicas alertan del incremento de muertes

21 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Carlos Piñeiro ha sido algo más que un médico del centro de salud de Narón, antes de la pandemia se había convertido en un activista de la vida sana y su programa de lucha contra el sedentarismo traspasó fronteras. Hasta televisiones alemanas se acercaron a Narón para comprobar como una población se unía para ponerse en forma. La pandemia vino a chafar algunos de estos logros, algo que preocupa a Piñeiro, pero no tanto como la organización de las próximas vacunaciones. Por eso ha reorientado sus esfuerzos para conseguir que en los enfermos graves pasen al principio de la cola.

-Se une a las asociaciones de enfermos crónicos para que los vacunen cuanto antes...

-Esta pandemia nos ha trastocado a todos, pero los pacientes del corazón del área y de la asociación Amicor llevan sin salir de casa once meses y con un miedo terrible a infectarse. Saben que cualquier pequeña infección les puede arrebatar la vida y no solo los pacientes cardiovasculares, sino también los oncológicos...

-Hay muchos colectivos que reclaman que los inmunicen antes y de la sanidad privada, como oftalmólogos u odontólogos...

-Creo que lo más importante es proteger a enfermos crónicos que tienen comprometida su inmunidad: enfermos oncológicos, trasplantados cardíacos, renales... De hecho, asociaciones como el Colegio Americano del Corazón o la Sociedad Española de Cardiología han puesto datos a esta urgencia: si no se consigue la vacunación de estas personas cualquier infección incrementa el riesgo de muerte en un 36,6 %. En cuanto a enfermos cardíacos estamos en la misma situación en el área que en Estados Unidos, pero allí vacunan a dos millones de personas cada día, algo que sorprende, porque no tienen la red de asistencia primaria pública que hay aquí.

-¿Para qué enfermos sería urgente vacunarse?

-Hablando solo de enfermos del corazón: personas con insuficiencia cardíaca avanzada, que hayan estado ingresadas a causa de una cardiopatía isquémica, ya que en los seis primeros meses se incrementa mucho el riesgo de muerte en caso de infección; personas con síndrome coronario agudo que hayan sido intervenidos... Es que se han disminuido un 40 % los ingresos por problemas cardíacos siendo la causa más importante de muerte.

-¿Qué ha ocurrido?

-Los infartos siguen existiendo, pero hay dos posibilidades por las que no llegan al médico: que hayan fallecido dentro de la dinámica de la pandemia o que tengan miedo a consultar. De hecho, la jefa del Cardiología del Arquitecto Marcide llama la atención sobre la reducción de ingresos. Es que se están encontrando roturas cardíacas, que es algo que no se veía desde hace años, cuando no se diagnosticaba a tiempo. Estamos regresando a esas etapas.

-¿La vacuna reducirá este miedo?

-No lo sabemos. Otro problema es que no hay la suficiente información. He tenido varias llamadas de personas que toman anticoagulantes y consideran que no se pueden vacunar, lo cual es un error. Hay una mala información y eso me preocupa, porque la vacuna disminuye la mortalidad. Por eso no tiene razón de ser que se vacune por edad y no teniendo en cuenta el riesgo que corre cada persona.

-¿Qué cree que sería más justo?

-Una vez satisfechas las necesidades de las personas que trabajan en las primeras líneas sanitarias y a los mayores, lo lógico es que atiendan a las personas con patologías crónicas, sobre todo las más graves. Yo diría que algunos enfermos han tirado la toalla y piensan que no tienen nada que hacer y están condenados. En Estados Unidos han elaborado las listas de vacunación prioritaria en función de riesgo de cada patología y eso es lo que pretendemos. La Sociedad Española de Cardiología pide que se tengan en cuenta estas prioridades.