Desde Ribadeo a Ferrolterra, uniendo todos los municipios costeros de la Galicia do Norte

R.L.

FERROL

ramón Loureiro

11 oct 2020 . Actualizado a las 23:06 h.

El Camiño do Mar es una ruta de peregrinación, pero también es, si se nos permite decirlo así, poesía en estado puro. Y es, por cierto, un itinerario que atraviesa algunos de los paisajes más bellos del mundo. Discurre, a través de toda la Galicia do Norte -de esa Galicia, en tantos sentidos injustamente olvidada, que va desde la desembocadura del Eo hasta la del Belelle y el Xuvia-, por el litoral cantábrico y por el litoral atlántico, a través de la Mariña Luguesa, de la comarca del Ortegal y de Ferrolterra. Y es memoria viva del nacimiento de lo que hoy es la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol.

Una diócesis, literaria como pocas, que tiene su origen en la llegada por mar, entre los siglos V y VI, de los cristianos bretones (o britones, como se prefiera llamarles) que dejaron las Islas Británicas, tras la caída de Roma, huyendo de la persecución de los sajones, y que arribaron al norte gallego trayendo consigo a obispos como el legendario Mailoc.