Los residentes de Santa Ana siguen «aislados» tras 24 meses de protestas

Chema Corral FENE

FERROL

CESAR TOIMIL

Exigen al Gobierno central que construya de una vez la rotonda comprometida

11 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace justo dos años arrancaban las obras de mejora de la seguridad en las curvas de Santa Ana, en la N-651, el tramo de mayor siniestralidad del municipio fenés. Pero la solución al problema -construcción de una mediana, la limitación de la velocidad y el pintado de líneas continuas en la zona contigua- se convirtió en un auténtico quebradero de cabeza para los vecinos del lugar, que llevan 24 meses denunciando la situación de «aislamiento» que padecen como consecuencia de la actuación. Y otros tantos esperando que se materialice la solución prometida.

No tiran la toalla, aunque tampoco esconden su frustración por los «incumplimientos» del Gobierno central. Y así, si no quieren arriesgarse a ser multados, los residentes del lugar han de recorrer más de cinco kilómetros en coche para efectuar un cambio de sentido y llegar al núcleo urbano, situado a apenas 800 metros. «Somos muchos los que nos la jugamos a diario», anota Ángel Dobarro, propietario del taller existente en el lugar.

La insistencia vecinal dio sus frutos en forma de compromisos. En agosto de 2018, la subdelegada del Gobierno, Pilar López Rioboo, y el jefe de Demarcación de Carreteras presentaban a los vecinos el proyecto construcción de una glorieta en el punto kilométrico 29,1 de la N-651, que permitiría canalizar el tráfico que confluye en este punto, «para evitar que los vehículos realicen un cambio de sentido no permitido y que los residentes tengan que hacer recorridos adiciones para poder llevar a cabo un cambio de sentido en la circulación». Pero la obra, con un plazo de ejecución de cuatro meses, sigue estando solo sobre el papel.

«No sabemos en qué momento está el proyecto. Ni siquiera ha habido una llamada por parte de los responsables de Carreteras», apunta el alcalde fenés, Gumersindo Galego, quien recuerda que el conjunto de los grupos municipales respaldaron las reivindicaciones vecinales.

«El proyecto, con un presupuesto de 240.000 euros, está redactado y está pendiente de salir a licitación», apuntan desde la delegación del Gobierno en Galicia, aunque no avanzan plazos.

«Los vecinos seguimos protestando y al negocio los cambios no le vinieron bien», apunta Dobarro quien recuerda que, en su día, les prometieron que, una vez redactado el proyecto, «se colocaría una glorieta provisional», y demanda que la instalen ya. «A ver si con el nuevo gobierno, se produce al fin algún avance», añade.

Hartos de esperar, han renunciado a «actualizar» el número de semanas incomunicados que contabilizaba la pancarta que reclama soluciones a Fomento. Un cartel que se ha convertido ya en parte del paisaje.

Los conductores se saltan a diario la línea continua para evitar un rodeo de cinco kilómetros