Los horarios

Beatriz García Couce
Beatriz Couce EN LA GRADA

FERROL

14 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Me llama poderosamente la atención que entre aquellos que han acogido con más recelo y críticas la obligatoriedad de fichar en los puestos de trabajo se encuentren muchos trabajadores. Estos días previos al arranque del control de las jornadas en los centros de trabajo no hemos dejado de escuchar el dicho de que quien hace la ley hace la trampa, aventurando ya fraudes en este sistema.

Es cierto que no todos los sectores son iguales y que hay que tomar en cuenta la casuística y las peculiaridades de unas actividades con respecto a las otras, pero sigo sin entender cuál es el recelo del trabajador a fichar en sus puestos de trabajo, cuando lo que se intenta perseguir con este sistema no es otra cosa que los excesos cometidos en sectores y empresas en los que los empleados regalaban a diario muchas horas de sus jornadas laborales. Entiendo que el gasto al que tienen que hacer frente pequeñas firmas si optan por implantar sistemas electrónicos puede ser elevado, pero, aunque arcaica, sigue habiendo alternativa, como las rúbricas en plantillas de papel. En cualquiera de los casos, implican gestos que llevan unos pocos segundos.

La comarca ferrolana empieza a abandonar los vagones de cola de las grandes ciudades gallegas con más paro. Conocemos perfectamente los estragos del desempleo. También que, existiendo esa coyuntura, muchos trabajadores eran obligados a hacer horas extra -muchas pagadas, pero otras muchas, no- cuando el reparto de la ocupación debería de efectuarse de otro modo. Con el incremento del salario mínimo no han caído las siete plagas anunciadas. Seguro que ahora tampoco.