Otros diez minutos para olvidar

Antón Bruquetas FERROL

OPA RACING

CÉSAR TOIMIL

El Racing se hunde incomprensiblemente después de hacer el mejor partido de toda la temporada

10 oct 2016 . Actualizado a las 08:32 h.

Todo parecía controlado. El Racing había hecho lo más complejo, había encontrado un oasis casi por casualidad. Después de empujar, de apretar hasta el límite, de coser a balonazos a la defensa del Izarra, se tropezó con el gol en una pelota suelta, en una duda inoportuna. Joselu no perdonó. El delantero tensó los músculos y soltó una descarga implacable. Cuando el portero intentó intuir el latigazo, la bola ya se había acomodado en la red. Era la recompensa a la generosa apuesta del equipo de Míchel Alonso. Inmerso en una tormenta en la clasificación, nunca se planteó dar un paso atrás, achicar el discurso y volcarse sólo en solidificar la defensa. Quiso llevar el mando, atosigar de forma armónica. Renunció al vértigo, a limitarse a soltar puñaladas. Y lo consiguió. De hecho, el Racing hizo hasta el minuto 81 el partido más brillante de toda la temporada. Pero en los diez finales consiguió tirarlo por la borda.

En este tramo se derramaron por el campo todos los pecados de este Racing juntos. A los fallos individuales se le suma una profunda debilidad colectiva. Jorge Valdano, cuando era entrenador del Tenerife, acuñó una frase que tal vez aporte luz a lo que le sucede al conjunto verde. «El fútbol es un estado de ánimo», dijo en una ocasión el técnico argentino. Y al Racing ahora le pesa hasta el alma. Vive desequilibrado. Sólo un golpe basta para sumergirlo en una galopante depresión. El inocente penalti de Armental lo mandó directo al diván. Allí estaban los jugadores frente al psicoanalista, que los intentaba convencer de que había que remar contracorriente. No fueron capaces.

CÉSAR TOIMIL

Se había volatilizado aquel bloque que tocaba con criterio, en el que los laterales desbordaban por sorpresa y se asomaban a la línea de fondo, que hacía tiritar al Izarra. Con Bicho otra vez en ebullición, el Racing se pasó toda la primera parte en la antesala del gol. Dos sobresalientes intervenciones de Aitor Navarro lo evitaron. Pero nada, salvo su cuadro clínico, hacía presagiar un derrumbe de unas proporciones tan superlativas. Con Álex Felip y Sergio Martín en la sala de máquinas y Velayos y Maceira ofreciéndose una y otra vez, daba gusto ver al Racing. Durante aquella sinfonía solo se echaba en falta a Joselu, que no acababa de conectar con sus compañeros.

Pero el delantero siempre aparece. Es lo que lo hace especial. Tiene un don para resolver. Y justo después de que emergiese Joselu, el Racing concedió un penalti y se le embarullaron las ideas. Y lo que iba para fiesta se quedó en otra desilusión.

Goles: 1-0, min 71: Joselu. 1-1, min 81: Cabrera, de penalti. 1-2, min 84: Pito.

Árbitros: Pablo Fernández Pérez (C. Asturiano). Mostró tarjeta amarilla a Deivid, Víctor Vázquez, Polaco y Armental.

Incidencias: Partido de la jornada octava de la Segunda División B disputado en A Malata ante cerca de 1.500 espectadores.

Racing de Ferrol: Sergio García; Velayos, Víctor Vázquez, J. Cruz, Maceira; Á. Felip (J. Delgado, min 82), Sergio Martín (Bandera, min 69); Brais (Armental, min 62), Bicho, Pablo Rey; Joselu.

Izarra: Aitor Navarro; Eneko, Cabrera, Josetxo, Polaco; Hinojosa, Yoel Sola (Manjón, min 71); Julen Goñi (Bruno, min 59), Deivid (Briñol, min 51), Joan; Pito.