El juez estima probada solo una de las cinco faltas denunciadas por los padres
31 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El Juzgado de Instrucción número 2 de Ferrol ha impuesto una multa de 140 euros a José Fernández Cotos, profesor interino del CEIP Isaac Peral de Ferrol por una falta de vejaciones injustas a una alumna. En concreto, dice el magistrado Carlos Suárez-Mira, está acreditado que el 21 de febrero del 2013, molesto por la falta de atención de una alumna de unos 9 años, «a modo de reprimenda» la ató a una silla con una cinta adhesiva y le colocó otro trozo de cinta en la boca. También solicitó de otras dos niñas un masaje. Los padres, denunciantes de lo sucedido sostienen que fueron masajes en los pies, pero no se le condena por esto. Por último no se considera probado que hubiese empujado o tirado del pelo a otros dos niños alumnos suyos. Es decir, cuatro episodios con cinco niños afectados, según la denuncia.
A la hora de analizar los hechos, el juez indica: «Es evidente la prueba que acredita la comisión de una falta de vejaciones injustas sobre N. [una de las niñas]. Además de reconocer el propio acusado que efectivamente ató a la pequeña rodeándola con una cinta adhesiva sobre la silla y tapándole la boca con otro trozo». Porque hay una prueba directa de este episodio, una profesora de apoyo que lo vio y relató en el juicio que «la niña no parecía incómoda con la situación hasta en un determinado momento en que comenzó a sentirse avergonzada, cuando sus compañeros empezaron a reírse». Aspecto que también apreció su padre cuando la pequeña llegó a casa y se lo comentó. Aunque la profesora de apoyo describió el escena como de «contexto jocoso», dejó claro en el juicio que consideraba que era una «mala praxis didáctica».
El juez también estima probado el capítulo de masajes de dos niñas, «aunque el denunciado solo admite que como él cojeaba en clase por una caminata del día anterior se ofreciera algún alumno a darle un masaje en los pies y lo rechazara». Lo cierto es que la directora del centro expuso una versión que «va por otros derroteros». Porque declaró que el profesor «había admitido ante ella [la directora] haber recibido dichos masajes». La sentencia relata el testimonio de la madre de E. otra niña, cuya hija le contó la proposición del profesor para que le diera un masaje. «Aunque insólito», añade el juez, no cometió vejación en este caso porque no hubo ánimo de molestar, humillar o perjudicar a las dos niñas.