Tomates entre las abandonadas obras de la plaza de España

FERROL

El vegetal crece en una parcela plagada de basura frente al edificio «Hollywood»

23 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Cinco tomates todavía pequeños y verdes crecen en el medio de las obras de la plaza de España. Son un indicio más del abandono que padece ese espacio público. Una dejadez que muestra sus consecuencias más claras en la parcela situada justo delante del edificio Hollywood. En ese espacio, que limita con la zona en la que se desarrollaban los paralizados trabajos de Abeconsa para levantar un edificio de 21 metros, se acumulan grandes plásticos negros, tierra, botellas de cerveza, latas de refresco, ropa sucia, colillas, bolsas de la compra, más colillas...

Y allí, en medio de la cochambre, crece la tomatera, que tiene un aspecto bastante saludable pese a la basura acumulada y a que «estamos fuera de temporada», como afirma un vecino.

No es la primera vez que los tomates crecen en la plaza de España. Hubo al menos «otra cosecha más antes», recuerda una vecina del Hollywood . En aquella ocasión el fruto originario de América aguantó lo suyo y algunos llegaron a madurar bastante, lo suficiente como para que llegasen a adquirir su característico color rojo.

¿A quién le corresponde la limpieza? Hasta que se paralizaron las obras la encargada de hacerlo era lógicamente la constructora Abeconsa, adjudicataria de las mismas. Sin embargo, cuando el nuevo bipartito aprobó en pleno parar los trabajos e iniciar el expediente para anular la adjudicación de los mismos, la empresa rechazó realizar cualquier trabajo de mantenimiento en ese espacio.

Es más, parte del material de construcción que se estaba utilizando quedó allí y sigue en el mismo lugar. Abeconsa afirma que está inventariado y asegura que su postura es legítima ya que es el Ayuntamiento el que ha decidido la paralización de los trabajos.

No es la primera vez que se producen quejas sobre el mantenimiento de las obras de la plaza de España. Una de las primeras medidas del gobierno local fue poner en funcionamiento las cuatro fuentes circulares que se conservan desde antes del inicio de los trabajos. La iniciativa fue bien recibida, pero pronto hubo quejas por el descubrimiento de desperdicios en ellas.

Tampoco se salvó la nueva fuente construida en metal oxidado. La aparición en la misma de suciedad de todo tipo, incluyendo plumas y otros restos en el mes de junio, levantó otra vez las quejas de los vecinos. Muchos están amargados por las vallas metálicas desplegadas alrededor del edificio Hollywood , no solo aíslan al transeúnte del resto de la plaza y dificultan el cruce por la avenida Compostela, también afean la zona, especialmente las que limitan la parcela en la que crece la tomatera, muy oxidadas y claramente rescatadas de la obra de la que nunca debieron salir.

Restos de fachada

En la misma parcela hay otro objeto singular. Se trata de las tres partes que componían una de las cuatro columnas que adornan la fachada del edificio Hollywood , uno de los más castigados por la eterna reforma de la zona. El soporte fue retirado hace tiempo, ante el riesgo de que se viniese abajo. Fueron los vecinos los que alertaron del peligro al comprobar que la columna, de unos dos metros, se movía.

Las obras, explican los vecinos, han dejado al inmueble sin apoyo, lo que ha ocasionado la deformación de la fachada, arrastrada por su propio peso. Las consecuencias son un buen montón de grietas y la caída de la columna, sustituida por ahora por una pieza de andamio de obra que tras las noches de juerga suele amanecer derribada en medio de la acera.