Moeche descubre que posee dos castillos

FERROL

La fortaleza actual fue erigida en el siglo XVI sobre el palacio medieval incendiado por los Irmandiños NARAHÍO Un equipo de arqueólogos destapa las murallas de la primera construcción del XII

07 ago 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

«Este non é o castelo que arrasaron os irmandiños». ?5 años asaltando los restos de una fortaleza que resulta que no es la auténtica, la original, la que utilizaba Nuño Freire de Andrade para veranear y que en 1431 sucumbió a la furia de sus vasallos. Quien se atreve a desvelar tal descubrimiento histórico es el arqueólogo Emilio Ramil, que hasta final de mes excavará en el castillo de Moeche para sacar a la luz los restos de la fortaleza original. Hasta ahora se creía que las murallas que cada agosto eran asaltadas por unos irmandiños de pega eran los restos de la construcción medieval, pero no, «hai dous castelos superpostos», subraya Ramil. Resulta que en las excavaciones están apareciendo restos de los muros y del viejo torreón construido en el siglo XII. Unos vestigios que permanecieron ocultos durante cientos de años bajo un palacio erigido después de la revuelta irmandiña. Los Andrade regresaron al valle de Moeche a reconstruir lo que habían destruido las huestes descontentas de Roi Xordo. Los poderosos levantaron en el siglo XVI una fortaleza cuatro veces más grande que la anterior y contrataron para ello a canteiros vascos. Este palacio albergó la administración de justicia hasta el siglo XVII, según Ramil, y en la centuria siguiente fue abandonada. El paso del tiempo y los ladrones de piedras -el investigador Federico Maciñeira denunció el pillaje y consiguió frenarlo- hicieron el resto. La fortaleza volvió a la actualidad hace 25 años cuando la asociación Castelo de Moeche decidió organizar el primer Festival Irmandiño. Precisamente, la próxima cita con el asalto (días 20 y 21 de agosto) marcará el fin de la campaña para el equipo de arqueólogos que trabajan allí desde mediados de semana. Emilio Ramil explica que su objetivo es situar con exactitud la cronología de ambas construcciones (la del siglo XII y la erigida en el XVI) y aportar los criterios más adecuados para las tareas de rehabilitación que están en marcha, pero aplazadas hasta que los arqueólogos acaben su trabajo. En las excavaciones están apareciendo restos de cerámica medieval, huesos (restos de comida), agujas de bronce y monedas.