El gol traiciona al Racing

PAULO ALONSO Enviado especial JAÉN

FERROL

JOSÉ PEDROSA

FÚTBOL / SEGUNDA DIVISIÓN Dicen las reglas del fútbol que gana el equipo que consigue meter más veces la pelota en la portería rival. Fue lo único que no hizo el Racing ayer, que dominó al Jaén y dispuso de más y mejores ocasiones. Pero el gol, la salsa y objetivo último de este juego, sonrió al equipo andaluz, que logró un inmerecido premio para los méritos contraidos en el duelo de recién ascendidos en el que el Racing regresó a Segunda A.

03 sep 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

Los dos equipos salieron con la intención de jugar en campo contrario. De todas las posibilidades que contempla la pizarra de Luis César, el técnico arousano escogió la más atrevida y alineó hasta a tres delanteros, con Borja en la banda derecha y Pazolo y Villa en punta. Con idénticos esquemas de 4-4-2, el resultado de la pelea en el centro del campo se saldó con el balón para el Jaén y las ocasiones para el Racing. Como los andaluces no creaban peligro, los ferrolanos dieron por bueno el reparto y cedieron el cuero al conjunto local, ya que no lo aprovechaba. El Racing llegó por primera vez en una falta, pero Villa no alcanzó el centro de Sanromán. Y en el minuto 13 cayó el aviso ferrolano. Rivera vio una grieta en la defensa local y coló un pase preciso para Pazolo. El punta vigués alzó la vista y empalmó una potente volea con la pierna izquierda que se estrelló en la parte posterior del poste derecho de la portería de Emilio. Un par de minutos después volvió a aparecer Pazolo. Aunque su nueva volea, esta vez con la derecha, se fue alta. El Jaén se desperezó durante un cuarto de hora. Apoyado en Sierra, entró por la derecha constantemente. Pero sin peligro. Mientras, el Racing lo intentaba sobre todo en largo por tres razones: los locales les acribillaron a faltas, Sanromán estuvo muy vigilado y las bandas apenas funcionaban. Así, Villa y Pazolo se pegaban con media defensa por atrapar los balones largos que les llegaban. Con éxito, porque pisaban el área rival constantemente. En la otra mitad del campo, Rueda y Carlos Torres, la teóricamente peligrosa pareja de delanteros andaluces, eran dos espectadores más. Hasta el punto que el Racing se hizo incluso con la posesión del balón. Y al final de la primera parte, en otra acción por la derecha con Sierra como protagonista, nació la mejor ocasión del Jaén, pero su tiro se fue a la derecha de Aizkorreta. No hizo más. Luis César aprovechó el descanso para reordenar la banda izquierda. Sentó a Emery, muy apagado en la primera parte, y dio entrada a José Ángel. Así, reforzaba la banda por la que llegaba Sierra e intentaba buscar otra alternativa en ataque con Pablo adelantado. Pero todo se vino abajo en el segundo minuto de la reanudación de la manera más tonta. Una serie de rechaces en el área ferrolana a la salida de un saque de banda hizo que el balón cayese en las botas de Aitor ante la pasividad de la zaga. Y el jienense fusiló desde cerca a Aizkorreta. (sigue en la página siguiente)