El apogeo de los deportes electrónicos ha ido de la mano de los múltiples lanzamientos de títulos de acción en primera persona. Los estudios buscan fórmulas nuevas para atraer a jugadores con entregas periódicas.
28 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El mundo de los deportes electrónicos o eSports ha evolucionado de manera exponencial en los últimos años, tanto en el número de jugadores como de patrocinadores y empresas interesadas. Pese a que los títulos de rol suelen acaparar un mayor protagonismo entre el público, los videojuegos de acción en primera persona gozan de una mayor penetración en el mercado -profesional y aficionado- por su fácil manejo y los estándares de un género que maduró con sagas como Medal of Honor.
En el 2003 tuvo lugar el lanzamiento de Call of Duty para PC. Desde entonces, la franquicia de Infinity Ward ha dominado un mercado cada vez más polarizado. En la actualidad -pese a que el estudio ya trabaja en un nuevo título ambientado en la Segunda Guerra Mundial, que saldrá a finales de año bajo el título WWII- la apuesta se centra por las batallas futuristas de Infinite Warfare, videojuego presente en la Liga de Videojuegos Profesional, la principal empresa de eSports española. Se trata de una de las propuestas jugables que mejor se adapta a los deportes electrónicos por su gran variedad de personajes y habilidades.
Muy cerca de la franquicia de Infinity Ward se encuentra uno de los grandes baluartes de Electronic Arts. Battlefield 1 ha resultado ser una grata sorpresa para los entusiastas de la acción en primera persona. La arriesgada apuesta por la Primera Guerra Mundial cuando el resto de compañías profundizan en ambientes futuristas ha resultado ser todo un acierto. El título contiene numerosos escenarios, varios tipos de vehículos terrestres y aéreos -incluyendo hasta caballos- y una amplia variedad de armas características de la primera mitad del siglo XX. Sin duda, una alternativa diferente y muy divertida a la saga Call of Duty, que contraatacará próximamente con un título muy similar.
Acción futurista
Junto a Battlefield 1, Electronic Arts también ha pensado en aquellos fanáticos de la acción futurista. Para ellos, Titanfall 2 supone una buena dosis de adrenalina por su novedoso sistema. En cada partida, de seis contra seis, cada jugador controla a un piloto, que tiene un titán a su mando. Se trata de enormes máquinas de guerra que aumentan las posibilidades de los usuarios durante el combate. Además, esta segunda entrega cuenta con un modo campaña alabado por la crítica especializada.
Otra de las opciones del género shooter multijugador que ha sobrepasado el éxito esperado ha sido Rainbow Six: Siege. La mecánica es bastante sencilla: partidas de cinco contra cinco, un bando de terroristas o delincuentes y otro de fuerzas especiales. La acción transcurre en escenarios como mansiones o aviones y el jugador tiene en su poder numerosos artilugios propios de los cuerpos de seguridad que le permitirán acabar de múltiples formas con sus enemigos e interactuar y modificar el escenario a placer. De hecho, son muy populares los vídeos de este juego de Ubisoft por sus rocambolescas situaciones, ya que no es descabellado eliminar un solo usuario a todo el equipo rival.
El fenómeno shooter no ha pasado desapercibido para grandes estudios de videojuegos que permanecían ajenos a este género. Es el caso de Blizzard, reconocida por juegos de la talla de Starcraft, Diablo o Warcraft. En esta ocasión, han dejado a un lado el rol para crear Overwatch, un título de acción cooperativa y competitiva en el que se enfrentan cinco jugadores en dos bandos. Al inicio de cada batalla, el usuario debería seleccionar a un personaje con el que afrontará la partida. Cada uno tiene unas características y habilidades propias, por lo que el jugador debe escoger aquel que se adapte a su estilo de juego.
Por último, no hay que olvidarse de Destiny, un RPG en primera persona con modalidades competitivas. A finales de año llegará su segunda entrega a PS4 y promete ser otro de los alicientes del género shooter.