Y ellos, ¿de qué se operan?

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Los especialistas en estética aseguran que Galicia es la sexta comunidad en demanda de tratamientos. Cada vez son más los hombres que se acercan a unas consultas en las que el diagnóstico y asesoramiento previo son cruciales. La pérdida de pelo y las señales del paso del tiempo son lo que más preocupa.

16 oct 2017 . Actualizado a las 03:47 h.

La doctora Carmen Fernández es vicepresidenta de la Sociedad Española de Medicina Estética y forma parte de los equipo médicos de la clínica Ferreras de Ferrol y de la García Barreiro de A Coruña, donde constata a diario que cada vez son más los hombres que piden un cambio estético. La pérdida del pelo es la preocupación más generalizada y no son pocos los que entran en las consultas preguntando por un trasplante capilar, que solo se puede llevar a cabo en un 25 % de los casos. «Hay que realizar una serie de analíticas, hacer un diagnóstico sobre las causas de la pérdida de pelo y valorar otros tratamientos previos con medicación, que pueden ser efectivos», precisa esta especialista.

 El bótox, los programas para eliminar las manchas del paso del tiempo en la cara y los rellenos completan el ránking en medicina estética. Y en cuanto a la cirugía, las reinas son la rinoplastia, las operaciones de orejas, la blefaroplastia (cirugía en los párpados) y la liposucción. Carmen reconoce que los hombres son buenos pacientes, porque son constantes y más «obedientes que las mujeres». De hecho, asegura que cuando comienzan una rutina con cremas u otros cuidados no suelen abandonarla. «El resultado de cualquier tratamiento médico estético está orientado a mantener la naturalidad, así que debe ser siempre personalizado, por eso insistimos en los cuidados tras el tratamiento o la operación, deben de incluirse en la rutina de forma que nos mantengamos con un aspecto relajado y saludable», puntualiza una experta que recuerda que «quedan muy lejos los excesos y los tratamientos exagerados, ni siquiera la meta es parecer más jóvenes, sino llevar muy bien nuestra edad».

Por eso insiste en la necesidad de realizar un «buen diagnóstico, el conocimiento anatómico de los cambios que se producen con la edad, el uso de materiales de primera calidad y las manos de un experto». Carmen precisa que no hay más demanda por edades entre ellos: «Puede parecer que los jóvenes se arreglan, pero también los señores de 50 o 60 quieren estar bien».

En Ferrol otra clínica, Patricia Aneiros, recibe a hombres buscando una imagen mejor para su sonrisa, otro de los cambios más deseados. «Es su principal preocupación, porque con el paso del tiempo los dientes se acortan y se gastan. La solución son unas carillas de porcelana que sacan hasta diez años en la apariencia de la boca», cuenta una profesional que usa sistemas creados por universidades como la de Sidney. «Nuestra propuesta es algo similar a una lentilla realizada en porcelana y el resultado estético es muy llamativo».