16 películas y 27 cortos en 3d avalan a una productora que empezó como un sueño de animadores inconformistas y que terminó en una constructora de magia
07 feb 2016 . Actualizado a las 17:57 h.La unión entre el arte de la animación y la tecnología fue un matrimonio complicado en un principio, a comienzos de los 80. Los propios animadores tradicionales, de lápiz y papel, veían peligrar su puesto de trabajo cuando artistas como Lasseter intentaban utilizar el ordenador como generador de historias tridimensionales. Aquellos jóvenes animadores inspirados por películas como Tron, que mezclaba realidad y ficción por ordenador, buscaron una nueva fórmula para crear historias. Fue así como comenzó una historia de amor entre arte, ciencia y programación que dio uno de sus primeros frutos en forma de una pequeña lámpara o flexo en 1986. Se abría un nuevo mundo de narración tridimensional que 30 años después sigue atrayendo a millones de personas