El mundo según Carla Bruni 

Alexandra Fernández

EXTRA VOZ

Paul Massey / CAMERAPRESS / Eyedea Presse

La mujer de Sarkozy ha concedido una entrevista en la prensa francesa que no tiene desperdicio. «Mi chico es del tipo coleccionista», asegura. Las críticas no han tardado en caer sobre el matrimonio

27 dic 2015 . Actualizado a las 09:49 h.

A dos días de las elecciones regionales en Francia, Carla Bruni Sarkozy recibió en su mansión de Villa Montmorency, al oeste de París, al periodista y escritor Simon Liberati para realizar una entrevista posteriormente publicada en Le Figaro Madame. El relato sobre la ex primera dama narra de forma poética el encuentro, describiendo la voz de su suegra jugando al bridge en el salón del palacete, sus cigarrillos finos y el perfume a cuero de Rusia que inunda la sala. El análisis de la decoración de la casa del matrimonio es casi tan exhaustivo como el de las palabras de la cantante. «Mi chico es del tipo coleccionista», afirma Bruni sobre su marido, Nicolas Sarkozy, ex presidente de Francia y líder del partido conservador Los Republicanos (LR). En las paredes cuelgan fotografías, autógrafos y hasta un manuscrito original de Verlaine. Un ambiente de taller artístico para el que Bruni confiesa sentirse demasiado mayor. En la entrevista, titulada «El mundo según Carla», la mujer entreabre las puertas de su vida, aunque, en palabras de Liberti, no va más allá de un osado flirteo con la sinceridad. Trabaja por las noches, a partir de las diez, escribe y compone con una cerveza en la mano, y fuma demasiado. Sobre su familia evita entrar en detalles. «En fin, no siempre sé de qué hablarles a mis hijos...», comenta. 

Calidad de vida

De su relación con Raphaël Enthoven nació Aurélien, de 14 años, y de su matrimonio con Sarkozy tiene a Giulia, de cuatro. Insiste en que adora la vida en familia y que para ella es una suerte haberla conocido. Con melancolía y a media voz recuerda a sus padres: «Tenían una vida de mayor calidad que la nuestra, estaban entusiasmados por los descubrimientos medicinales o espaciales y se arreglaban por las noches para cenar... Ahora todos los sitios a los que iban se han vuelto feos».

Tras completar su gira mundial, de  Barcelona a Nueva York pasando por Sudamérica, Carla Bruni desapareció discretamente de la escena artística. En octubre asistió al programa de televisión Vivement Dimanche, invitada por el cantante Christophe Willem, para quién escribió algunas letras para su nuevo trabajo discográfico. Y desde entonces solo se dejó fotografiar en el colegio electoral de su barrio parisino, posando junto a su esposo.

La publicación de la entrevista, a pocas horas de las elecciones regionales y en un periódico que simpatiza con el partido LR, no ha estado exenta de polémica. La periodista de L?Obs Caroline Parlanti atacó al autor, a la entrevistada y a Le Figaro tanto por el momento de su salida como por su contenido. «Me pregunto cómo tal texto, tan lleno de suficiencia por parte de su autor, tan hueco en términos de información y tan vulgar en la exhibición de la riqueza de Madame Sarkozy, ha podido ser publicado» escribió Parlanti, que aprovechó la ocasión para deslizar la detención de Liberati por consumo de cocaína en la vía pública. Y tampoco olvidó mencionar las fotografías que acompañan la entrevista, en las que una Carla Bruni sin rastro de arrugas luce la nueva colección de joyas Bulgari, casa de la que es musa. «¿El mundo según Carla? Joyas, frases prestadas y pretenciosas, piel y fotos groseramente retocadas», concluye.

Los Republicanos se han situado a la cabeza de la carrera política por la presidencia francesa tras las elecciones regionales. Bruni cuenta con grandes posibilidades de recuperar su título de primera dama si Sarkozy supera al alcalde de Burdeos Alain Juppé en las primarias que se celebrarán en noviembre de 2016.