Limita la crisis a los ministerios socialistas de Industria y Sanidad y solo un escenario catastrófico de la izquierda el 28M provocaría la ruptura
28 mar 2023 . Actualizado a las 08:13 h.Pedro Sánchez madrugó para anunciar los nombres de los sustitutos de las candidatas Carolina Darias y Reyes Maroto en lo que constituye su quinta crisis de Gobierno. Pero el jefe del Ejecutivo fue más allá de la designación del gallego José Manuel Miñones en Sanidad y el canario Héctor Gómez en Industria e hizo toda una apuesta por conservar la coalición de Gobierno no solo hasta el fin de la legislatura, sino también después de las próximas elecciones generales. La crisis se reduce a un relevo quirúrgico, tal y como había adelantado el propio Sánchez, que elude la ruptura con sus socios de Unidas Podemos al dejar en el Gobierno a Irene Montero pese al conflicto abierto con la ley del «solo sí es sí».
Sánchez reivindicó el trabajo de la coalición, que ha sido capaz de «tejer acuerdos con los agentes sociales» y sacar adelante «200 leyes y tres Presupuestos». Y todo ello lo ha hecho, según afirmó, «con pacto social» y afrontando «reformas tan importantes» como la de las pensiones «que se va a convalidar este jueves».
Sánchez está decidido a presentar las elecciones generales como una competición entre dos coaliciones, la progresista que forman el PSOE y lo que el jefe del Ejecutivo denomina ya como «el espacio de Yolanda Díaz», y la que formarían el PP y Vox con Alberto Núñez Feijoo y Santiago Abascal a la cabeza. Se trataría así de pedir a los electores un nuevo mandato no solo para el PSOE, sino para la coalición. «Necesitamos una década de gobiernos progresistas para revertir los estragos sociales de la década anterior», señaló.
Ministros del partido
Sánchez atiende además las llamadas desde el propio PSOE para que incorporara a figuras del partido y no a ministros técnicos. Recupera a Héctor Gómez, al que nombró como portavoz del Grupo Socialista para sustituirlo en solo nueves meses por el más experimentado Patxi López.
El presidente destacó que tanto Gómez como Miñones son «dos excelentes servidores públicos, con una trayectoria intachable y un compromiso inquebrantable en la defensa del interés general». Elogió también a Maroto, destacando su labor eficaz en un período muy complicado provocado por la pandemia y la guerra de Ucrania. Y de Carolina Darias destacó especialmente el éxito de la campaña de vacunación.
Sánchez aseguró que perseverará en los últimos nueve meses de legislatura en los objetivos que se había planteado al inicio de su mandato y lo hará «con las herramientas políticas de la coalición progresista que ha puesto fin a la involución social». Indicó que la coalición ha tenido que bregar con condiciones muy adversas y a pesar de ello ha sido capaz de «lograr que nuestro país sortee los obstáculos y avance». Como consecuencia, dijo, «es fácil imaginar lo que podemos lograr juntos cuando el viento sople a favor».
Sánchez apuesta así claramente por presentarse a las generales con un tique formado por él y Yolanda Díaz. Y solo un escenario catastrófico de la izquierda en las autonómicas y municipales de mayo provocaría la ruptura.
Desciende el número de mujeres para cumplir con la ley de paridad
Sánchez ha roto las quinielas que apostaban por perfiles técnicos para los relevos en el Ministerio de Industria y el de Sanidad. Incorpora a dos hombres del partido para sustituir a dos mujeres que también lo eran. Destaca el hecho de que sustituye a dos mujeres por dos hombres, lo que implica una rebaja considerable del porcentaje femenino en el Gabinete. Del 63 % que ocupaban las mujeres en el anterior Gobierno se pasa a un 54 %. Las mujeres siguen siendo mayoría en el Ejecutivo y además ahora se cumple con la ley de paridad que promueve el propio Gobierno, ya que la norma exigiría que ningún sexo tenga un porcentaje inferior al 40 %, lo que en el caso de los hombres no se cumplía hasta ahora en el Ejecutivo.
Directiva comunitaria
Según los planes avanzados por el Gobierno, la paridad deberá cumplirse, una vez que se apruebe la ley, en las listas electorales, el sector público estatal, sociedades cotizadas, grandes empresas, colegios profesionales, tribunales, jurados de premios o reconocimientos públicos a partir del 1 de julio del 2024. La nueva ley responde en realidad a una directiva comunitaria sobre la materia que establece el objetivo del 40% de participación femenina o masculina en los órganos de dirección públicos y privados.