Jordi Sànchez, sobre Oriol Junqueras: «O miente o es un indocumentado»
09 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La tensión crece por minutos en el independentismo a medida que se acerca la Diada del 11S, que este año ha hecho saltar todas las costuras en el nacionalismo, que comparecerá en su principal escaparate más dividido que nunca. La decisión de Pere Aragonès y de ERC de no participar en la manifestación independentista, que organiza la ANC, ha enfrentado a las diferentes facciones del secesionismo. Aragonès justificó el miércoles su ausencia desde el argumento de que no ve coherente acudir a una protesta planteada para arremeter contra el Gobierno que preside. La manifestación va contra ERC, argumentan los republicanos. Tanto el presidente de la Generalitat como Esquerra reclamaron días atrás a la ANC que replanteara la protesta y pusiera el foco de las críticas en el Estado.
La presidenta de la ANC, Dolors Feliu, respondió este jueves a Aragonès y a ERC y les ha advertido de que la Asamblea Nacional Catalana no variará su discurso para facilitar la presencia del presidente catalán. En el digital elnacional.cat, Feliu ha señalado que la entidad llama a todo el mundo a la movilización, pero también ha dejado claro que no renunciará a ser crítica con el «autonomismo», un gancho directo al jefe del Ejecutivo catalán. La ANC ha difundido imágenes de una estelada gigante en el suelo de la plaza de Sant Jaume de Barcelona, frente al Palau de la Generalitat. Una imagen con la que trata de promover la participación en la manifestación de la Diada y con la que sitúa el foco en el Palau de la Generalitat.
En ERC, que ha enviado una carta a la militancia criticando a la ANC, lo que más molesta es que se ponga en duda su compromiso con la independencia. La formación republicana hizo pública este jueves su agenda de cara a la Diada y ha confirmado que no participará en la manifestación de la ANC. Habrá algún dirigente, como Carme Forcadell, que se ha desmarcado de la dirección de su partido y estará en la protesta, pero a título personal. En la agenda oficial del partido, aparecen más de media docena de actos, pero no está la marcha de las plataformas nacionalistas (ANC, Òmnium y AMI).
Esquerra, la única ausente
ERC, cuyos dirigentes fueron abucheados y pitados el año pasado, será la única formación ausente de la cita que toma la temperatura del movimiento secesionista, si bien un muy minoritario sector crítico de la formación sí acudirá. Junts, socio en el Gobierno de la Generalitat, ha aprovechado para cargar con dureza y presentarse como la fuerza auténtica del secesionismo. «Si el objetivo es la independencia, la movilización es necesaria», afirmó Carles Puigdemont, cuestionando el independentismo de Esquerra. En la misma línea, Jordi Turull cree que es «normal» que la gente pite a los dirigentes independentistas en la Diada e instó a ERC a rectificar y a no enfadarse por las críticas. «La ANC no es el enemigo de nadie», ha afirmado Jordi Sànchez, exsecretario general de Junts. «La Diada no se convoca contra ningún independentista ni contra ningún partido», añadió.
En Catalunya Ràdio, Sànchez cargó con dureza contra Oriol Junqueras, con quien compartió estancia en la cárcel. Según el exdirigente de Junts, el presidente de ERC miente o es un indocumentado. «Con el afecto que tengo al señor Junqueras, con quien hemos compartido momentos importantes que nos quedarán siempre en la memoria, o es —cosa inhabitual en él— una persona indocumentada, o es una persona que miente», afirmó en referencia a la polémica interna por la mesa de diálogo.
Según Junqueras, Junts incumple el pacto de legislatura al no apoyar la mesa de diálogo y ausentarse de ella, cuando se había comprometido a acompañar el proceso de negociación. Sànchez replicó que el pacto recogía que la delegación catalana en la mesa representaría «al conjunto de sensibilidades del independentismo», sin concretar si los integrantes de la parte catalana debían formar parte del Ejecutivo catalán, como mantienen el presidente del Gobierno autonómico y ERC y como así ha sido en las dos reuniones celebradas, a las que únicamente han ido consejeros de Esquerra. Junqueras presionaba así a Junts y le acusaba de incumplir el acuerdo de investidura, una acusación que hace Junts a ERC, en este caso por no dar pasos hacia la ruptura, y por la que amenaza con salir del Ejecutivo catalán. «Si ERC se aleja del acuerdo suscrito con Junts, habrá que tomar decisiones», advirtió.