La corbata, el Falcon y el Superpuma

Francisco Espiñeira Fandiño
Francisco Espiñeira SIN COBERTURA FRANCISCO ESPIÑEIRA

ESPAÑA

Pedro Sánchez, durante la presentación del informe de rendición de cuentas del 2022 del Gobierno de España
Pedro Sánchez, durante la presentación del informe de rendición de cuentas del 2022 del Gobierno de España Eduardo Parra | EUROPAPRESS

30 jul 2022 . Actualizado a las 08:14 h.

La noticia de la mañana era el IPC desbocado (10,8) en el índice adelantado y la resaca de la dolorosa sentencia de los ERE que manda a la cárcel al expresidente Griñán y el último rifirrafe entre los separatistas catalanes a cuenta de Laura Borràs. Hasta que Pedro Sánchez decidió recuperar el espíritu de Miguel Sebastián en el epílogo de la era Zapatero para quitarse la corbata como medida de choque contra el cambio climático. «Es para concienciar», dijeron sus asesores para justificar un viejo truco que nos retrotrae al año 2010. Como entonces, el Gobierno niega la crisis que se avecina según todos los expertos. Como entonces riega de dinero proyectos y planes menores que en poco o nada ayudan a cambiar el modelo productivo y, como entonces, catalanes y vascos intentan sacar el máximo provecho del río revuelto que la acentuada minoría del PSOE genera en el Congreso.

Pedro Sánchez ha agotado buena parte de su repertorio de trucos mediáticos según se desprende de los últimos resultados electorales. Ha ido perdiendo eficacia a medida que las encuestas, incluso el CIS, revelan que la mayoría de los españoles han perdido la confianza en el Gobierno y en su presidente. ¿O quizá es al revés? La dependencia de Bruselas es cada vez mayor para la compra de deuda y el aporte de fondos europeos.

Y, mientras tanto, lo importante en España es tener contenta a Esquerra para que la mayoría parlamentaria no se resquebraje. Da igual que se haga a costa de retorcer el Código Penal para minimizar el delito de sedición o estrangular los derechos de los ciudadanos que quieren recibir la educación de sus hijos con el porcentaje de castellano que fija la ley (un 25 % que no parece un disparate).

Porque de la política, ya sabe, la culpa es de la guerra de Putin y de los especuladores. También del PP y de Vox porque no respetan los deseos de Sánchez y sus aliados parlamentarios. Y luego la corbata, claro. Porque luego había que coger el Superpuma para ir a Torrejón a subirse al Falcon para ir a los Balcanes antes de disfrutar de un merecido descanso en La Mareta y Doñana.