Nelson, un joven colombiano con una doble vida
M. C. C.
Nelson David M.B. el sospechoso de los asesinatos de Bilbao por los que está en prisión provisional sin fianza en la cárcel de Basauri , nació en el Valle del Cauca (Colombia) en 1996. El primer registro oficial sobre su presencia en España se remonta al 2 de febrero del 2019 cuando llegó a Madrid en un vuelo de Iberia procedente de Panamá. Se tiene constancia de que antes de instalarse definitivamente en País Vasco pasó un tiempo indeterminado en Madrid, donde fue interceptado por la policía comprando droga a algún camello, en la Comunidad Valencia y puede que en Cataluña. En octubre de ese mismo año, pidió asilo político en la comisaría de Indautxu, en Bilbao, que le fue denegado tras los trámites ordinarios. Volvió a solicitarlo por segunda vez en junio del 2020. Se le rechazó de nuevo y, a principios de septiembre, se abrió contra él lo que se denomina una salida obligatoria, un trámite previo a la orden de expulsión, situación en la que se encontraba cuando fue detenido. En Bilbao trabajaba como recadero en un negocio de comida para llevar regentado por la madre de su novia. Nelson aparentemente era una persona normal y querida. «Es bueno, callado y trabajador», señaló la madre de la chica cuando conoció que Nelson se había entregado a la policía.
Carlos era el alter ego de Nelson, el perfil que utilizada en las páginas de contactos gais para seleccionar a sus supuestas víctimas. Eran dos personas distintas. Carlos era frío y calculador. Había planificado con detalle lo que iba a hacer. También demostró tener capacidad de conexión con sus víctimas, con las que entablaba una relación que acabada siempre en las casas del Casco Viejo bilbaíno, donde se produjeron los crímenes. Buscaba dinero y conseguirlo de una manera discreta. No quería protagonismo y por ello simulaba la muerte natural de sus víctimas utilizando éxtasis líquido para evitar que mostrasen signos de resistencia.