Comida, mitin y autorretrato con la presidenta de Madrid: 20 euros

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado VALLADOLID / ENVIADO ESPECIAL

ESPAÑA

Uno de los muchos selfis que se hizo ayer Ayuso en Valladolid.
Uno de los muchos selfis que se hizo ayer Ayuso en Valladolid. CLAUDIA ALBA | EUROPA PRESS

09 feb 2022 . Actualizado a las 06:00 h.

Fueron 20 euros, pero hubieran estado dispuestos a pagar mucho más. Los dos centenares de simpatizantes populares que en horas agotaron las entradas que les daba derecho a asistir a la comida-mitin que protagonizó ayer Isabel Díaz Ayuso en Valladolid recibieron un chute de energía para hacer lo que les pide su candidato a la Junta, Fernández Mañueco: imitar a Fraga y tocar puerta a puerta con el objetivo de que cada uno convenza a diez indecisos.

Ayuso llegó al Paseo de Recoletos y se abalanzó sobre ella una nube de periodistas y simpatizantes que aguardaban en la puerta del hotel por haberse quedado sin entradas. Accedió al patio entre gritos de «guapa» y «presidenta» a los que respondió lanzando besos y guiñando ojos. Tardó un buen rato en llegar al escenario, a apenas 20 metros de la entrada. Mitineó diez minutos y se sacó selfis otros 45. Mientras tanto, Miguel Ángel Rodríguez, MAR, su jefe de gabinete, al que señalan como una pieza fundamental en su explosión, permanecía totalmente apartado en la esquina opuesta del patio intercalando discretamente caladas al pitillo y tragos al Ribera. No se movió en todo el acto de su metro cuadrado, pero recordaba a Mauro Silva o a Mazinho. Parecía tener un imán y todo el juego pasaba por sus botas. Líderes locales, asesores, y viejos amigos se acercaban para amenizarle una espera interminable: que Ayuso acabara con las fotos.