Los abucheos a Pedro Sánchez cuando acudía a su colegio electoral y la detención de cinco activistas de Femen fueron los únicos contratiempos de la jornada
04 may 2021 . Actualizado a las 22:28 h.Madrid vivió ayer una jornada electoral soleada en la que las largas colas y las medidas de seguridad contra el covid-19 fueron las protagonistas. Incidentes, pocos. La excepción: los abucheos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la detención de cinco activistas de Femen que protestaban contra Vox.
En un martes no lectivo para los niños, pero laborable, los adultos coparon las aulas, los pabellones deportivos y hasta las plazas de toros dispuestas para que todo fuera sobre ruedas, con los menores incidentes y una seguridad extrema a la entrada de los recintos, donde no faltó el gel, la doble mascarilla, la distancia de seguridad y los controles de censo.
La alta participación que se esperaba vaticinaba ya las colas que se acabaron formando a la entrada de buena parte de los 1.084 colegios repartidos por los 179 municipios de la comunidad. Tras las mesas no faltaron caras conocidas como la del actor y cantante Fran Perea , o la del jugador del Real Madrid, Marcelo, que aunque finalmente no fue necesaria su participación, tuvo que presentarse a primera hora de la mañana tras ser convocado por la junta electoral como suplente.
Aunque las colas podían hacer temer que muchos electores se quedaran sin ejercer su derecho, todos los que estaban en ellas antes de las ocho pudieron emitirlo.
Uno de los escasos sucesos que enturbiaron la jornada se produjo de mañana, sobre las 9.50 horas, cuando la policía detuvo a cinco activistas de la organización feminista Femen que, con el torso totalmente desnudo, protestaban desde primera hora ante la sede del colegio Colegio San Agustín, donde tenía previsto votar la candidata de Vox, Rocío Monasterio.
También tuvo que enfrentarse a abucheos proferidos por un grupo de vecinos de Pozuelo de Alarcón, el segundo municipio más rico de España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Fue justo antes de ejercer su derecho al voto. No fue el único miembro del Ejecutivo que se dejó ver en las urnas. La ministra de Trabajo y vicepresidenta tercera, la ferrolana Yolanda Díaz, por ejemplo, depositó su sufragio en un colegio electoral del distrito de Chamberí.